La ausencia de los trabajadores en sus puestos debido a la guerra entre Israel y el grupo palestino Hamás, que estalló el pasado 7 de octubre, le está costando a la economía del país 600 millones de dólares semanales, alrededor del 6 % del PIB, según un informe de investigación del Banco de Israel, publicado en The Times of Israel.
El banco atribuye la caída de la oferta laboral a la masiva movilización de reservistas, la evacuación de la población de las zonas afectadas por el conflicto y el cierre de todo el sistema educativo, lo cual ha hecho que sea difícil trabajar para los padres.
El cálculo del costo se desglosa en 325 millones de dólares por el cierre del sistema educativo, 153 millones de dólares por la ausencia en el trabajo de residentes evacuados de las zonas afectadas por la guerra, y 130 millones de dólares por la movilización de unos 360.000 reservistas.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la guerra también acabó con el 61 % del empleo en la Franja de Gaza, 182.000 puestos de trabajo, y el 24 % en Cisjordania, 208.000 puestos de trabajo. Esta pérdida total de 390.000 puestos de trabajo se traduce en pérdidas de ingresos laborales diarios de 16 millones de dólares.
51.000 millones de dólares
Según estimaciones del Ministerio de Finanzas israelí, citadas por el diario local Calcalist, el costo del conflicto podría alcanzar los 51.000 millones de dólares, aproximadamente un 10 % del PIB del país. Los cálculos se basan en la hipótesis de que la guerra durará entre 8 meses y un año, no se desarrollarán nuevos escenarios, que los 350.000 reservistas volverán pronto a trabajar, y que no hay una plena participación de Yemen, Irán y el movimiento libanés Hezbolá.
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