El Tribunal Supremo de Melbourne condenó este jueves al equipo de fútbol australiano profesional Western Bulldogs a pagar una indemnización de unos 3,7 millones de dólares por daños y perjuicios a Adam Kneale, de 51 años, que fue víctima de abusos sexuales por parte de un miembro del club cuando era menor de edad, informan medios locales.
Kneale fue violado por primera vez a los 11 o 12 años por Graeme Hobbs, que era entrenador sub-19 del Footscray Football Club —anterior nombre del equipo— y recaudador de fondos voluntario, en un edificio administrativo del campo del club, hechos delictivos que se prolongaron hasta 1990.
El club apelará
Hobbs, que falleció en 2009, se declaró culpable de haber abusado sexualmente de Kneale en mayo de 1994 y la Justicia lo condenó a 15 meses de prisión.
La víctima interpuso una demanda civil al considerar que los Bulldogs eran responsables indirectamente porque el club había dado a Hobbs un acceso especial a su persona y no se había puesto en contacto con él cuando los abusos se hicieron públicos.
Desde la organización deportiva, que también tendrá que costear los gastos derivados del juicio, declararon que desconocían la existencia de los delitos. Asimismo, aseguran que apelarán el veredicto del jurado "lo más rápidamente posible".