Las Fuerzas de Defensa de Israel lanzaron este viernes un ataque contra un colegio en la ciudad de Gaza que alberga a desplazados palestinos, causando la muerte de al menos 50 personas, reportó el director del hospital Al Shifa, citado por Al Jazeera.
A unos 200 metros del centro educativo se encontraban estacionados tanques, que rodearon varios hospitales de la zona, incluido el Al Nasr y el Al Rantisi, según autoridades del grupo palestino Hamás.
Esta jornada, las fuerzas israelíes bombardearon varios hospitales de la urbe. El más reciente ataque corrió a cargo de francotiradores, que dispararon contra el hospital Al Quds, dejando un muerto y 20 heridos.
Según la última actualización del Ministerio de Salud del enclave palestino, un total de 11.078 personas han muerto, incluidos 4.506 niños, desde el inicio de la nueva escalada del conflicto entre el grupo Hamás y el país hebreo. Asimismo, 27.490 personas han resultado heridas, incluidos 8.663 niños.
Organizaciones humanitarias instan a Israel a detener los ataques contra hospitales
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) advirtió que el sistema de salud del enclave palestino, que se encuentra sobrecargado, sin suministros médicos y bajo ataques intensificados, ha llegado a "un punto de no retorno", "poniendo en riesgo la vida de miles de heridos, enfermos y desplazados".
En este contexto, el CICR hizo un llamado para que "se respetan y protejan" las instalaciones médicas, los pacientes y trabajadores de salud. "La destrucción que afecta a los hospitales de Gaza se está volviendo insoportable y debe detenerse", reclamó el jefe de la subdelegación de la organización en Gaza, William Schomburg.
Por su parte, Médicos por los Derechos Humanos pidió a Israel que respete el derecho internacional y no ataque hospitales en el enclave. "El uso militar de instalaciones sanitarias por cualquier bando es una violación del derecho internacional", declaró la organización, agregando que "incluso si, según Israel, Hamás hace tal uso —a falta de una opción de evacuación—, sigue teniendo la obligación de evitar dañarlas".
"Enfermos, heridos y personal sanitario no pueden ser un objetivo militar bajo ninguna circunstancia", indicó.