El primer ministro dimisionario de Portugal, António Costa, quien esta semana presentó su dimisión en medio de un escándalo de corrupción, afirmó sentirse avergonzado por las grandes sumas de dinero que encontraron en sobres en el despacho de su exjefe de Gabinete, Vítor Escária.
"Sin querer sustituir a la Justicia, en la que confío y respeto, no puedo sino compartir con mis conciudadanos que la incautación de sobres con dinero en el despacho de una persona que elegí para trabajar conmigo, más que dolerme por la confianza traicionada, me avergüenza ante los portugueses y ante los portugueses tengo el deber de pedir disculpas", declaró este sábado.
La dimisión de Costa se produjo luego de que el Ministerio Público portugués registrara varios edificios gubernamentales en el marco de una investigación sobre presuntos delitos en el negocio del litio y el hidrógeno verde. Se sospecha que en el caso podrían estar en juego delitos sobre mala conducta, corrupción activa y pasiva de funcionarios políticos, así como tráfico de influencias.
Costa defendió que sobre su conciencia no pesa ningún acto ilícito o censurado, y el martes destituyó a Escária, quien ocupaba el cargo de jefe de Gabinete desde 2020, pocas horas después de que fuera detenido.
Durante el registro del despacho de Escária en la residencia oficial de Sao Bento, se incautaron 75.800 euros en efectivo. Al ser confrontado sobre el caso por la prensa el jueves, Costa aseguró que no sabía nada y que lo despidió tan pronto como supo del hallazgo de enormes sumas de dinero en sobres.