El excanciller mexicano, Marcelo Ebrard, rompió este lunes la incertidumbre que rodeaba su futuro político, al informar que continuará formando parte del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y de la autodenominada 'Cuarta Transformación', iniciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
"Agradezco profundamente a quienes, en su caso, en otras formaciones políticas como Movimiento Ciudadano, se expresaron bien de mí. Lo respeto, les deseo que les vaya bien, pero yo milito en esta Cuarta Transformación y lo empecé a hacer un día en el año 2000. En el año 2000 tomé esa decisión, no ayer, y no voy a cambiar de forma de pensar", sostuvo el exfuncionario en un encuentro con la prensa desde la capital mexicana.
El político había condicionado su permanencia en Morena a la respuesta que ofreciera Morena a las quejas que interpuso por "graves irregularidades" en el proceso interno de la tolda, que a su juicio ameritaban la repetición del proceso. Esto dio pie a que se especulara con su eventual postulación presidencial a través del partido Movimiento Ciudadano.
En otro punto, el dirigente recalcó que en su campaña le ofreció a los mexicanos "el siguiente nivel de la Cuarta Transformación" y que continuaría haciendo todo cuanto estuviera a su alcance para cumplir con ese propósito. "No me voy a desdecir, ni voy a cambiar mis convicciones, ni voy a cambiar de partido, ni voy a dejar de predicar por lo que yo creo", aseguró.
"Entendimiento" con Claudia Sheinbaum
Sobre la razón de su determinación, Ebrard aludió a "un entendimiento" con Claudia Sheinbaum –abanderada de la tolda para los comicios presidenciales de 2024 con quien se enfrentó electoralmente en la interna del pasado septiembre–, que le permitiría a sus partidarios competir en los cargos de elección popular en el proceso del venidero año.
Sin dejar de mencionar las diferencias entre los proyectos políticos que encarnan él y Sheinbaum, el excanciller valoró su existencia como "algo positivo", pues Morena es "una coalición de fuerzas" y no un espacio de "uniformidad".
"Eso lo celebro, porque es el bien de México, que tengamos esa posibilidad, que nuestro partido no se convierta en un partido de Estado jamás y que las prácticas que vienen del pasado se vayan de Morena para siempre", apuntó.
Segunda fuerza interna
En su exposición, Ebrard refirió que prefirió esperar a que se aclararan sus señalamientos y, tras el dictamen, reclamó para él y para sus seguidores un espacio dentro de la toma de decisiones consecuente con el segundo lugar que obtuvieron en las encuestas de preferencia interna.
"Si nosotros somos la segunda fuerza dentro de Morena, de acuerdo a las cifras oficiales, debemos ser tratados como tales. Las personas que votaron (…), que nos han apoyado, que nos respaldan en todo el país, todas esas personas merecen nuestra lealtad y respeto", indicó.
Esta representación también se extendería a los órganos directivos de Morena, como la Comisión de Elecciones y la Comisión de Encuestas.
Si bien la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena determinó que no hubo elementos que justificaran la repetición del proceso interno para elegir al candidato presidencial, el órgano también consideró que parte de las denuncias presentadas por Ebrard eran ciertas, por lo que estaría pendiente la imposición de sanciones, recoge El Universal.
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