El presidente Pedro Sánchez hizo este miércoles una defensa de la ley de amnistía pactada con los independentistas catalanes y se presentó como un muro de contención ante la derecha más reaccionaria, en una de las sesiones de investidura más tensas en la historia reciente de España.
En su discurso ante el Congreso, con el que busca revalidar su mandato y en el que fue interrumpido en varias ocasiones por las protestas de los diputados de la oposición, su primer compromiso estuvo dirigido a la situación de la Franja de Gaza. Sánchez exigió el alto el fuego de Israel y se comprometió a "trabajar en Europa para reconocer al Estado palestino".
El peligro de la ultraderecha
Casi la mitad de su alocución se centró en alertar del peligro que supone el auge de las fuerzas de ultraderecha, haciendo hincapié en el riesgo de que ciertas "políticas acaben socavando la propia democracia".
El presidente en funciones alertó de "las propuestas reaccionarias que cristalizan en formaciones de ultraderecha, que cuestionan la democracia y los derechos humanos" y que descalifican "a la ciencia, niegan el cambio climático, desprecian la cultura y al diferente, y atacan causas tan justas como el feminismo".
Ideas reaccionarias -dijo- que acaban por parasitar a los partidos de la derecha tradicional. Como ejemplo, citó al Partido Republicano en EE.UU. "colonizado por el trumpismo", al Partido Conservador Británico "arrastrado por el Brexit" o la derecha tradicional argentina "arrollada por el delirante discurso reaccionario de [Jabier] Milei".
Frente a esta opción , Sánchez situó a las fuerzas progresistas que "no están dispuestas a dar un paso atrás" y que apuestan por "el avance, la consolidación y la extensión y mejora de las grandes conquistas sociales".
"El único muro para la ultraderecha ha sido el Gobierno de coalición", espetó.
Presumiendo de balance positivo
El candidato socialista glosó las virtudes de sus cinco años de Gobierno sacando pecho de haber propiciado una mayor igualdad de los ciudadanos con el aumento de las becas, del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), de las pensiones y del bono eléctrico, entre otras medidas.
"Mientras yo sea presidente del Gobierno, toda la fuerza del Estado se dedicará a defender los valores democráticos y los derechos y libertades de los ciudadanos. Ni un solo retroceso, ni un paso atrás va a contar con el beneplácito del Gobierno de España", sostuvo.
"Mientras yo sea presidente del Gobierno toda la fuerza del Estado se dedicará a defender los valores democráticos y los derechos y libertades de los ciudadanos"
Sánchez desgranó las líneas de su futuro Gobierno de coalición, afirmando que impulsará la renovación, digitalización e innovación del tejido productivo con la intención de crear más y mejores empleos y alcanzar una nueva cultura laboral que prime la conciliación.
También anunció varias medidas: la prolongación de la bajada del IVA de los alimentos hasta junio, el aumento del umbral de renta para que las familias se acojan a medidas de alivio de las hipotecas y el transporte público gratuito para menores, jóvenes y desempleados.
Además, adelantó su intención de reforzar el sistema de salud público para reducir las listas de espera, potenciar la atención primaria y ampliar la cartera de servicios incluyendo los tratamientos bucodentales y oftalmológicos para menores, así como la salud mental.
Asimismo, habló de la implantación de mejoras en el ámbito educativo, como la reducción de tasas universitarias o la ampliación de ayudas para el comedor; y en las políticas para los mayores, contempló la subida de las pensiones acorde a la inflación o el aumento de la financiación para la dependencia.
"Los ricos tienen que pagar más de lo que pagan hasta ahora. De hecho, mientras mandemos nosotros, van a pagar más que el resto"
Sobre su política fiscal, Sánchez dijo: "Los ricos tienen que pagar más de lo que pagan hasta ahora. De hecho, mientras mandemos nosotros, van a pagar más que el resto".
Además, defendió las políticas feministas en contraposición con las posiciones de ultraderecha: "Por cada euro que retiren contra la lucha de género, nosotros vamos a dedicar 10", espetó.
La amnistía como sistema de reconciliación
El tema más espinoso han sido sus negociaciones para conseguir los acuerdos que le permitan revalidar el cargo en la votación de mañana, si no hay sorpresas, y la ley de amnistía.
"Hemos apostado por la vía del diálogo, del perdón, del entendimiento, hemos antepuesto la negociación a la imposición, el reencuentro a la venganza", afirmó sobre la futura legislación.
El líder socialista defendió la legalidad y constitucionalidad de la norma que se presentó este lunes en la Mesa del Congreso, recordando que en los últimos años varios países europeos han sacado leyes en esta línea.
Cuando termine el debate con todas las fuerzas parlamentarias, este jueves se procederá a la votación, en la que está previsto un resultado de 179 votos a favor y 171 en contra.
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