La expresidenta chilena Michelle Bachelet, quien ejerció la primera magistratura de su país en dos períodos durante las pasadas dos décadas, anunció este jueves que votará negativamente en el plebiscito del próximo 17 de diciembre para refrendar la nueva Constitución, al considerar que la propuesta retrocede en derechos fundamentales y no une a los ciudadanos, incluso en temas de Estado como la seguridad.
"Es real mi preocupación –y estoy segura que la de muchos– de que esta propuesta no nos une como país. He conversado con mucha gente, tanto ciudadanos como expertos, y todos reconocen los riesgos y los peligros de este texto", expresó la mandataria en una intervención difundida por el Partido Socialista de Chile en las redes sociales.
Para Bachelet, uno de los puntos críticos del proyecto de Carta Magna redactado por el Consejo Constitucional es que "pone un límite" a derechos de las mujeres que costaron décadas de lucha. En ese orden incluyó "una verdadera protección estatal y un debate amplio sobre temas críticos, tales como la igualdad salarial, los derechos reproductivos o la participación igualitaria", asuntos que en lugar de restringirse, tendrían que haberse ampliado.
Una valoración similar le valió el tratamiento otorgado a los derechos de los niños, niñas y adolescentes. "Son el futuro de Chile y esta propuesta no garantiza explícitamente sus derechos y deberes", apuntó. A su juicio, la omisión "es preocupante, especialmente para aquellos que están en situación de vulnerabilidad o abandono".
"No quiero dejar pasar mi preocupación por la situación de la seguridad en nuestro país, un desafío que trasciende gobiernos y exige la unidad de toda la sociedad. Esta unidad, que es crucial para enfrentar temas de Estado, es lo que esperábamos de la nueva propuesta constitucional. Desafortunadamente, en lugar de unir, esta propuesta nos divide y tampoco nos entrega más seguridad", señaló.
Para concluir, destacó que hay "otras razones" para oponerse –no las precisó–, aunque aseguró que, en última instancia, "Chile no se merece una Constitución" que "divida" a su pueblo.
Sociedad dividida
En entrevista con El País, el expresidente chileno Ricardo Lagos (2000-2006) manifestó una opinión semejante, fundamentada en el carácter divisorio del texto que elaboraran los 50 consejeros, donde la derecha y la ultraderecha contaron con una mayoría que les permitió aprobar el articulado sin necesidad del voto de las izquierdas y del centro político.
"Yo siento una gran decepción ante la forma como ha concluido este proceso para crear una nueva Constitución. Lo que tenemos hoy es el texto de un sector que se cree con el derecho de imponer su veto al resto de los chilenos. La inspiración ideológica, que puede ser legítima en otro ámbito del debate político, se ha impuesto de forma que nos entrega un texto partisano, sin ninguna posibilidad de representar a la Nación como un todo", expresó en la conversación, que se publicó a inicios de noviembre.
Por contra, el expresidente derechista Sebastián Piñera (2010-2014, 2018-2022) es una de las voces de alto perfil que se han pronunciado a favor de la nueva Constitución.
"La aprobación de una nueva y buena Constitución en plena democracia es un gran aporte a la estabilidad política y a la capacidad de nuestro país de lograr el desarrollo", sostuvo al ser preguntado por El Mercurio a mediados de octubre pasado.
Según un reciente sondeo, el nivel de rechazo al nuevo texto constitucional ronda el 50 %, al tiempo que el apoyo ha caído a 30 %. Si esta segunda propuesta fracasa, no se podrá convocar a otro proceso constituyente en el resto del período constitucional del presidente Gabriel Boric, que concluye en 2026.