El mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, deseó "buena suerte" al nuevo gobierno de Argentina, sin citar al ultraliberal presidente electo Javier Milei, cuyas posiciones opuestas y ataques al izquierdista abren una incógnita sobre las futuras relaciones entre ambos países.
Lula afirmó que la "democracia es la voz del pueblo" y "debe ser siempre respetada". Tras felicitar a las instituciones y a los argentinos por el desarrollo de las elecciones, dijo que Brasil "siempre estará dispuesto para trabajar con sus hermanos argentinos".
Aunque el líder del Partido de los Trabajadores (PT) no llamó a Milei para felicitarle, la postura de su Gobierno es la de mantener un canal abierto con Argentina, tercer socio comercial de Brasil.
El ministro de Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, Paulo Pimenta, manifestó este lunes que Lula solo hablará con Milei cuando este pida disculpas. "Ofendió gratuitamente al presidente Lula. Sería un gesto como presidente electo, llamar para disculparse", aseveró.
El ultraliberal acusó a Lula de "comunista y corrupto" y de financiar la campaña de su adversario. Tanto el PT como miembros del Ejecutivo apoyaron entre bastidores durante la campaña al candidato Sergio Massa, de Unión por la Patria (UxP) y aliado de Alberto Fernández. Pero públicamente, el Ejecutivo brasileño mantuvo un perfil bajo para no derribar puentes.
Relaciones bilaterales, BRICS, Mercosur
La relación bilateral es una de las principales cuestiones que preocupan al Ejecutivo brasileño, ya que el líder La Libertad Avanza (LLA) afirmó que rompería los nexos con Brasil y China.
En referencia al Mercosur -que reúne a Brasil, Uruguay, Argentina y Paraguay-, Lula defiende su importancia para el crecimiento de las economías del continente, y desea que el acuerdo con la Unión Europea se cierre a principios de diciembre, cuando termina su presidencia pro tempore del bloque.
Pero la opinión de Milei es diferente. En las primarias de agosto, el ahora presidente electo comentó que el Mercosur debía "ser eliminado" y lo calificó como "una unión aduanera de baja calidad que conduce a la desviación del comercio y perjudica a cada uno de sus miembros".
El jefe de la Asesoría Especial de la Presidencia de Brasil, Celso Amorim, puntualizó este lunes que "salvar el Mercosur" es una prioridad para el Gobierno de Lula.
"Tenemos que respetar el resultado de las elecciones, por un lado, mantener las relaciones como dos Estados y, si es posible, salvar el Mercosur. La relación entre Brasil y Argentina es la base del Mercosur y se refleja en toda América del Sur", añadió.
Otro de los asuntos que generan gran incertidumbre es la prevista incorporación de Argentina al grupo BRICS, que conforman Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, el próximo 1 de enero. Para Lula es esencial que sus miembros compartan una postura similar y un eventual ingreso del ultraderechista argentino debilitaría al bloque.
Por el momento, Milei ya comentó que no quiere formar parte. "Nuestro alineamiento de geopolítica es EE.UU. e Israel. Nosotros no nos vamos a alinear con comunistas", aseveró Milei.
"No voy a hacer negocios con ningún comunista. Soy un defensor de la libertad, de la paz y de la democracia. Los comunistas no entran ahí. Los chinos no entran ahí, Putin no entra ahí. Lula no entra ahí", aseveró.
"Relación de Estado"
En una entrevista al diario local O Globo, Amorim reiteró que Brasil apostará por una "relación de Estado" y desestimó los vínculos de Milei con la familia Bolsonaro.
"Es posible tener una buena relación, incluso con presidentes de ideologías muy diferentes. Todo depende de la capacidad de anteponer los intereses del Estado a las preferencias personales. Somos capaces de eso. Veremos si el presidente electo de Argentina será el mismo, y eso es lo que esperamos", dijo.
De igual forma, no confirmó la presencia de Lula en la asunción del presidente electo de la Argentina, pero aclaró que "el Estado brasileño estará representado".
"Tenemos que esperar"
Los analistas apuntan a que el Gobierno del presidente brasileño espera con cautela para saber si todo lo que comentó Milei fue un discurso de campaña o si verdaderamente lo pondrá en práctica.
En esta línea, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, puntualizó que "es momento de esperar a los acontecimientos". "Ahora no hay mucho que comentar, tenemos que esperar", reiteró.
Según la prensa, en las últimas semanas, el equipo de campaña del argentino mandó recados al Gobierno de Lula a través de su embajada para calmar los ánimos y demostrar que la relación con Brasil es importante.
Todavía se desconoce si el petista participará el 10 de diciembre en la toma de posesión del ultraliberal argentino.
Quien no ha ocultado su entusiasmo ha sido el exmandatario brasileño Jair Bolsonaro. El exmilitar aseguró que "la esperanza vuelve a brillar en Suramérica" y expresó su deseo para que "esos buenos vientos alcancen a EE.UU. y a Brasil, para que la honestidad, el progreso y la libertad vuelvan para todos".
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