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Quién es Clara Brugada y por qué tiene el desafío de mantener el bastión de la izquierda en México
La exalcaldesa de Iztapalapa, y hoy virtual candidata a la jefatura de Gobierno en Ciudad de México, enfrentará una crucial carrera de cara a 2024.
El partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados enfrentan el reto no solo de no perder el Gobierno de la capital del país en 2024, sino de recuperarse de la debacle sufrida en 2021.
Con Clara Brugada designada como virtual candidata, el oficialismo buscará tender puentes con la clase media, un sector que, de acuerdo con la propia dirigencia del partido, fue objeto de una campaña de desinformación.
Será una elección decisiva. La Ciudad de México representa para la izquierda su gran bastión, el epicentro de la movilización popular y la plataforma de la carrera política del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La candidatura morenista, una decisión política
Clara Brugada fue ungida como precandidata a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México sin haber ganado la encuesta realizada por el oficialismo.
Su rival, Omar García Harfuch, extitular de la Secretaría de Seguridad de la capital del país, le sacó una ventaja de casi 14 puntos porcentuales, una diferencia bastante significativa, acorde con lo que la mayoría de las casas encuestadoras venían proyectando semanas atrás.
No hubo "empate técnico", como auguraba el equipo de Brugada. Tan pronto se dieron a conocer las cifras, entre los propios militantes del oficialismo parecía complicado que desde la dirigencia del partido se tomara la decisión de "bajar" a Harfuch, bajo el argumento de aplicar el principio de paridad de género establecido por la autoridad electoral.
A altas horas de la noche, la dirigencia anunció que sería Brugada la virtual candidata, debido a la aplicación del principio de paridad de género. García Harfuch celebró el triunfo de su rival y se declaró dispuesto a seguir apoyando a la 4T desde otras trincheras.
No pocos analistas sentenciaron que la designación de Brugada no fue sino una maniobra política ejecutada desde el Palacio Nacional: el presidente López Obrador habría operado para que fuera ella la seleccionada.
Y es, aunque en términos brutos, Brugada resultó la más competitiva (con un 26 %), si se toman en cuenta las brechas con los primeros lugares, otras militantes de Morena alcanzaron mejores resultados.
Es el caso de Sasil de León, quien aspiraba a convertirse en candidata a gobernadora de Chiapas. La senadora quedó a escasos 1,5 puntos de su compañero de partido Eduardo Ramírez, quien resultó ganador; una diferencia mucho menor en comparación con los 14 puntos entre Brugada y García Harfuch.
Con todo, además de ser catalogada como la favorita de AMLO, todo apunta a que desde la dirigencia del partido se inclinaron por Brugada ante los fuertes cuestionamientos—incluso bajo el riesgo de derivar en una ruptura— que habría desatado la designación de García Harfuch.
A Brugada siempre se la vio como la candidata 'natural'. La tres veces alcaldesa de Iztapalapa tiene tras de sí una larga trayectoria en la izquierda y ha demostrado un respaldo irrestricto a López Obrador. Es, de acuerdo con esta perspectiva, una de las figuras más cercanas a la militancia.
El de García Harfuch, de acuerdo con buena parte de la militancia morenista, es un perfil cuya principal experiencia tiene que ver más con realizar tareas de seguridad pública, y menos con poseer un claro horizonte en materia de política social.
A Brugada, en cambio, se la vio como la candidata 'natural'. La tres veces alcaldesa de Iztapalapa tiene tras de sí una larga trayectoria en la izquierda y ha demostrado un respaldo irrestricto a López Obrador. Es, de acuerdo con esta perspectiva, una de las figuras más cercanas a la militancia.
Sin embargo, la orientación política de Brugada, a la izquierda, podría, según algunos analistas, constituir a la postre un 'talón de Aquiles' en su objetivo conquistar la simpatía de los votantes que habitan la zona Poniente de la Ciudad de México y que, en la elección del 2021, dieron la espalda al oficialismo.
Brugada, por recuperar la zona Poniente
Igual que han hecho con el presidente López Obrador, algunos medios de comunicación caracterizan a Brugada por tener una personalidad combativa, una mala relación con el mundo empresarial y por ver con malos ojos las aspiraciones de la clase media.
Durante su campaña para convertirse en la virtual candidata a la jefatura de Gobierno, Brugada puntualizó que estos señalamientos no tenían fundamento.
Según sus propias palabras, siempre mantuvo una relación cordial con empresarios en su calidad de alcaldesa de la demarcación más poblada de la ciudad. Lo mismo con pequeños emprendedores, que con agrupaciones como el Consejo Coordinador Empresarial.
El eje de su propuesta consiste en continuar haciendo de la capital mexicana una "ciudad de derechos y libertades". Un "espacio seguro para las mujeres". Un "lugar de oportunidades para niños y jóvenes".
Su propuesta, asegura, está orientada a hacer extensivos los logros alcanzados en Iztapalapa al resto de la ciudad. Cuando algunos empresarios que miran con recelo su postulación, conocen de manera pormenorizada su proyecto de Gobierno, sentencia, su opinión cambia.
El eje de su propuesta consiste en continuar haciendo de la capital mexicana una "ciudad de derechos y libertades". Un "espacio seguro para las mujeres". Un "lugar de oportunidades para niños y jóvenes".
Entre sus planes, Brugada se propone seguir construyendo las denominadas UTOPÍAS (Unidades de Transformación y Organización para la Inclusión y la Armonía social), complejos donde se realizan actividad culturales y deportivas, al tiempo que se brindan servicios de salud, comedor comunitario y asesoría jurídica.
Igual que López Obrador y Claudia Sheinbaum, Brugada considera que, para combatir la inseguridad, además de estrechar la coordinación con las Fuerzas del Gobierno federal, habrá que seguir fortaleciendo la política social, que será clave para continuar la lucha contra las desigualdades.
Como mujer que se define a sí misma feminista y de izquierda, Brugada tiene la mira puesta en conseguir la reconciliación de la Ciudad de México: volver a unir la zona Oriente con el Poniente a favor del proyecto de cambio.
En 2021, de acuerdo con su perspectiva, el oficialismo sufrió una derrota en la capital porque salió a votar la "clase media conservadora". Su desafío, de cara a los comicios del próximo año, será ganarse el respaldo de las "clase media progresista".
Epicentro del anti-lopezobradorismo
Ha sido en la Ciudad de México, el gran bastión de la izquierda, donde, paradójicamente, la oposición al Gobierno de la denominada 'Cuarta Transformación' ha mostrado más fuerza.
La oposición salió a las calles a mediados de noviembre de 2022. Fue en esa fecha cuando los partidos políticos del viejo régimen, organizaciones no gubernamentales y ciudadanos sin partido, convocaron a una movilización en contra de la reforma electoral propuesta por López Obrador.
Fue la movilización más grande convocada por la oposición en la historia reciente. Decenas de miles de personas colmaron la avenida Paseo de la Reforma y las arterias principales del Centro Histórico.
Y aunque el Gobierno de la Ciudad de México reportó que la movilización opositora había registrado una asistencia de entre 10.000 y 12.000, fue tal el revuelo mediático que causó que, poco tiempo después, López Obrador convocó a una marcha en apoyo al oficialismo.
Sin embargo, la respuesta desde el Palacio Nacional no logró neutralizar las movilizaciones de la oposición. Los partidos políticos del viejo régimen continuaron llamando a marchas, utilizando la reforma electoral como coartada para convocar a un gran número de personas.
Bajo el lema #ElINENoSeToca volvieron a realizar una marcha, con gran éxito, en febrero de este año.
Sería la primera movilización en la que, con la participación de los partidos del viejo régimen, se lograba llenar el Zócalo en rechazo a una iniciativa del presidente López Obrador.
Para los dirigentes de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), esas manifestaciones fueron la señal inequívoca de que existían posibilidades no únicamente de disputar codo a codo la Presidencia, sino incluso de ganar la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
El panorama en 2024
La Ciudad de México no es cualquier entidad. Constituye el corazón político de la izquierda, su gran bastión.
Hacerse de la jefatura de Gobierno representaría, de acuerdo con la perspectiva de los dirigentes de los partidos del viejo régimen, el principio del fin de la denominada 'Cuarta Transformación'.
Consideran que los resultados en 2024 serán mejores que los de la elección intermedia de 2021, cuando lograron arrebatarle al oficialismo un buen número de alcaldías y diputaciones locales.
Hacerse de la jefatura de Gobierno representaría, de acuerdo con la perspectiva de los dirigentes de los partidos del viejo régimen, el principio del fin de la denominada 'Cuarta Transformación'.
La oposición tiene la mira puesta en que Xóchilt Gálvez se convierta en un fenómeno político y, en consecuencia, en un 'factor de arrastre' en la capital, como ocurrió con Vicente Fox, quien logró arremolinar el descontento de ciudadanos de un amplio espectro político que pusieron fin a la hegemonía del PRI en el 2000.
Hay que recordar que, en aquel entonces, la izquierda estuvo al borde de perder la Ciudad de México, como consecuencia de la enorme simpatía hacia el candidato presidencial de Acción Nacional.
Para evitar la debacle, López Obrador, candidato a la jefatura de Gobierno por el PRD, tejió una alianza con Marcelo Ebrard, quien era candidato a gobernar la capital del país por el Partido de Centro Democrático.
Con el panista Santiago Taboada como virtual candidato, en 2024 el Frente opositor buscará hacer realidad la hazaña de arrebatarle a la izquierda su gran bastión. La meta es hacerse de la jefatura de Gobierno, la mayoría de las alcaldías y el Congreso local.
Su cálculo es que, una vez que se apoderen de la Ciudad de México, será el principio del fin de Morena y sus aliados: a partir de ese momento, la oposición confía en recuperar gubernaturas que hoy están en manos del oficialismo, así como posiciones en el Congreso federal y los Congresos estatales.
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