El jefe de la unidad de investigación del Directorio de Inteligencia Militar israelí (AMAN, por sus siglas en inglés), Amit Saar, advirtió al primer ministro Benjamín Netanyahu en cartas fechadas en marzo y julio que la crisis sociopolítica del país por la reforma judicial estaba creando una "tormenta perfecta" para que Irán, Hezbolá y Hamás desataran operaciones militares contra Israel, informa Haaretz.
En su primera carta, Saar avisó a Netanyahu: "Todos los actores del sistema señalan el hecho de que Israel se encuentra en una crisis aguda y sin precedentes que amenaza y debilita su cohesión". El funcionario también afirmó que Irán, Hezbolá y Hamás veían esta debilidad como una oportunidad para acelerar y profundizar las dificultades del país, lo que en última instancia terminaría con el colapso de Israel.
"Se identificó una oportunidad para establecer una tormenta perfecta, una crisis interna, una amplia escalada en la arena palestina y un desafío desde otras arenas, lo que creó una situación multidimensional y continua. A nuestro entender, esta idea subyace a la alta motivación de Hamás para llevar a cabo ataques desde el norte en la actualidad, y también alienta a Irán a aumentar sus agentes para promover ataques terroristas contra Israel", cita el medio el texto de la carta.
En la segunda carta enviada durante los preparativos para la segunda ronda de proyectos de ley, Saar había señalado: "El empeoramiento de la crisis profundiza la erosión de la imagen de Israel, exacerba la vulnerabilidad de la disuasión israelí y aumenta la probabilidad de una escalada". Además, aseveró que los "enemigos" de Israel ven la posibilidad de realizar en la práctica su "visión básica del mundo: Israel es una planta extranjera, una sociedad débil y dividida que está a punto de desaparecer". Al resumir sus comentarios, Amit Saar escribió que la mayor amenaza para Israel surge de la dirección de Hasán Nasrallah.
"En esta etapa el peligro claro e inmediato es una escalada en la arena libanesa, a la luz de la imagen de debilidad y el daño a disuasión combinada con el creciente desafío de Hezbolá", sostuvo el funcionario en la carta.
Al mismo tiempo, el medio Haaretz destaca que la Oficina del primer ministro respondió: "Al contrario de lo que se publica, el primer ministro Netanyahu no recibió ninguna advertencia de guerra".