Un ministro italiano detiene un tren en una parada no prevista y genera polémica
El ministro de Agricultura de Italia, Francesco Lollobrigida, detuvo un tren de alta velocidad en una parada no prevista en el municipio de Ciampino y ha generado polémica en el país europeo, informó este miércoles la agencia de noticias ANSA.
Al parecer, solo él y una o dos personas de su entorno bajaron en la "parada ah hoc" del tren que había partido de Turín con destino a Salerno, el cual sufrió un retraso de 111 minutos. El político —que es pareja de la hermana de la primera ministra Giorgia Meloni— se dirigía a la estación Nápoles Afragola, desde donde debía viajar al municipio de Caivano para la inauguración de un nuevo parque urbano.
"El tren se detuvo poco después de [la estación] Roma Termini […], tras la reanudación, se dispuso una parada en la estación de Ciampino, donde bajaron las instituciones presentes a bordo, para poder cumplir con los compromisos institucionales", explicó el operador ferroviario Trenitalia, asegurando que esto no ocasionó retrasos a los viajeros ni repercusiones en el tráfico o costes adicionales para la compañía.
"Arrogante e indigno"
En un comunicado, Lollobrigida aseguró que la parada extraordinaria se habilitó para todos los presentes, y no solo para él, tal y como algunos medios de comunicación informaron, y subrayó que esta situación no supuso ningún problema ni riesgo para los pasajeros.
"Si el ministro Lollobrigida realmente detuvo un tren de alta velocidad […] y se bajó, para luego continuar en coche, estamos en presencia de un abuso de poder sin precedentes. Los ministros pueden utilizar los vehículos del Estado, pero no pueden detener los trenes de todos los ciudadanos", declaró el ex primer ministro italiano Matteo Renzi, que detalló que, si se confirma la noticia, pedirán su dimisión.
Por su parte, Elly Schlein, secretaria general del Partido Democrático y diputada, calificó el comportamiento del ministro de Agricultura de "arrogante e indigno", argumentando que no todo el mundo puede permitirse hacer parar un tren.