El expresidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén (2014-2019) fue sometido este jueves a juicio por una corte de instrucción, acusado de cargos de corrupción.
La Fiscalía del país acusa al exmandatario, que reside en Nicaragua tras haberse nacionalizado, de haber recibido 530.000 dólares en sobresueldos irregulares cuando ocupó el cargo de vicepresidente, durante el mandato de Mauricio Funes (2009-2014).
Una reciente reforma penal en El Salvador permite tomar acciones legales sin que las personas procesadas estén presentes, como también ocurrió en el caso contra Funes, que en mayo recibió una pena de 14 años a pesar de encontrarse en Nicaragua, país donde reside y del que no puede ser extraditado.
Asimismo, la corte de instrucción de San Salvador sentenció a tres años de prisión a cuatro exfuncionarios de la administración de Funes, que tuvieron que "confesar los delitos cometidos y restituir los fondos sustraídos al Estado".
Los procesados confesos son: el exministro de Hacienda, Carlos Cáceres, quien restituirá al Estado 210.000 dólares; el exviceministro de Agricultura y Ganadería, Hugo Flores, que devolverá 174.000 dólares; y las exviceministras Violeta Menjívar y Erlinda Handal, quienes se comprometieron a restituir al Estado 177.000 y 162.000 dólares, respectivamente. "Todos ellos deberán cumplir su condena con trabajos de utilidad pública", indicó el órgano judicial.