La filtración de una enorme cantidad de documentos sobre el Catargate –considerada la investigación policial sobre el mayor escándalo de corrupción en la Unión Europea desde su creación– ha desvelado que a lo largo de un lustro se produjeron al menos 300 intentos de manipular las decisiones del Parlamento Europeo.
Entre 2018 y 2022, año en el que estalló el escándalo, los sospechosos registraron en varios archivos los supuestos intentos de influir en el funcionamiento y decisiones del Europarlamento, el principal órgano democrático del bloque comunitario.
Los principales investigados son Pier Antonio Panzeri, exmiembro del Parlamento Europeo, y su asistente Francesco Giorgi, que habrían recibido dinero de Catar, Marruecos y Mauritania por esos servicios. Los tres países habrían gastado alrededor de 4 millones de euros.
En diciembre del año pasado Panzeri, Giorgi y otras personas clave fueron arrestadas, tras una operación policial que incluyó registros, bolsas de dinero en efectivo y sospechas de interferencias extranjeras en el corazón de la Unión Europea.
Según los documentos intervenidos entonces, se maniobró para eliminar resoluciones parlamentarias de condena a la violación de derechos humanos en Catar o para lograr un acuerdo que permitiera suprimir la visa en los viajes entre Doha y la UE.
El medio Politico desvela la existencia de una hoja de cálculo, hallada en el ordenador portátil de Giorgi (confiscado en su domicilio en Bruselas) donde se enumeraban cientos de actividades que la red llevó a cabo durante cuatro años para intentar influir en las decisiones de la institución europea.
La red intentaba alcanzar sus fines a través de personas que trabajaban en el seno del Europarlamento, a quienes denominaban como sus "soldados", según la documentación hallada.
Hasta ahora, varios eurodiputados han sido arrestados y acusados de cargos de corrupción, lavado de dinero y pertenencia a una organización criminal. Entre ellos está Eva Kaili, pareja de Giorgi y entonces vicepresidenta del Parlamento, cargo del que fue inmediatamente destituida.
Panzeri admitió los cargos a través de un acuerdo de culpabilidad que alcanzó con las autoridades en enero, mientras que Giorgi ha reconocido su participación en los hechos.
Los investigadores sospechan que la red, además de manipular o intentar influir en el Parlamento, también habría explotado la falta de conocimiento de sus interlocutores extranjeros del funcionamiento de las instituciones de la UE, haciéndoles creer tenían más poder del que realmente poseían.
¿Qué operaciones habría llevado a cabo la red?
Las supuestas operaciones que se encuentran bajo el escrutinio de la Policía y la Justicia incluyen presuntos trabajos para Catar, Marruecos y Mauritania, entre los que estarían los siguientes:
- Exención de la visa para Catar
La organización liderada por Panzeri trabajó para conseguir el acuerdo para que Catar no necesitara visa para viajar a la UE.
La luz verde llegó en diciembre de 2022 por parte de la comisión de libertades civiles del Parlamento, pocos días después de los arrestos de Giorgi y Panzeri. Esa votación ha quedado en suspenso tras el estallido del escándalo.
- Evitar la censura de Catar
De acuerdo a las investigaciones, los implicados en la red trabajaron para evitar los intentos de varios eurodiputados de censurar a Catar por su trato a los trabajadores migrantes y periodistas.
En los documentos interceptados Giorgi se atribuye la neutralización de seis resoluciones parlamentarias que condenaban a Catar entre junio de 2021 y noviembre de 2022.
- Manipulación de audiencias parlamentarias
En la hoja de cálculo de Giorgi también alardeaban de haber cambiado la narrativa en el Parlamento sobre las críticas a los preparativos de la Copa Mundial de fútbol de Catar, durante una audiencia del comité en abril de 2021.
En febrero de 2020 prepararon notas detalladas para una comparecencia del entonces ministro de Asuntos Exteriores de Catar, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, en la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento, y aseguraron la presencia de ciertos eurodiputados para que realizaran preguntas específicas.
- Ataques políticos a los rivales de Catar
En 2021, la eurodiputada Maria Arena instó a los países de la UE a oponerse a la nominación de un alto funcionario de Policía de Emiratos Árabes Unidos, Naser Al-Raisi, como nuevo presidente de Interpol.
Panzeri y Georgi se atribuyeron el mérito de la carta de Arena contra un país con el que entonces Catar mantenía tensas relaciones.
- Acciones en favor de Marruecos
La organización también se jactaba de haber colaborado para que se aprobara una resolución parlamentaria contra Argelia, que, según su criterio, beneficiaba a Marruecos, su rival regional.
Además, aseguraban haber logrado un texto más moderado en una resolución que criticaba a Marruecos por haber abierto sus fronteras en 2021 y provocado una crisis migratoria con la entrada de miles de migrantes, incluidos niños no acompañados, a la ciudad española de Ceuta.
En cuanto a Mauritania, trabajaron para mejorar su imagen pública intentando impedir que un activista contra la esclavitud, enfrentado al gobierno de ese país, recibiera el prestigioso premio Sájarov de derechos humanos de la UE.
Dudas sobre el funcionamiento de la UE
Ahora todas las dudas se centran en si realmente se puede influir en determinadas decisiones del Europarlamento, o si bien hay algunos exparlamentarios que hicieron creer a todo el mundo que sí estaban en capacidad de hacerlo, con el propósito de vender sus estrategias como un producto por el que cobraron cuantiosos honorarios.
Las investigaciones reveladas han puesto en duda los procedimientos en el seno del bloque comunitario y dejado sobre la mesa la necesidad de revisar algunas de las decisiones tomadas, que podrían haber sido influenciadas por la red descubierta el año pasado.
Tras el revuelo que levantó el escándalo endiciembre pasado, la presidenta del Parlamento, Roberta Metsola, presentó 14 medidas para reforzar los sistemas de la Cámara y mejorar la transparencia.