"No se ha podido reducir": Petro admite que persiste el número de víctimas de masacres en Colombia

El mandatario aseguró que tras la "desactivación" del Acuerdo de Paz, firmado durante el Gobierno de Juan Manuel Santos, las cifras de ese tipo de asesinatos volvieron a incrementarse.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, reconoció que las cifras de las masacres perpetradas en lo que va de año corresponden a los mismos números de 2022, por lo que este tipo de muertes "no se ha podido reducir".

Desde Dubái (Emiratos Árabes Unidos), donde se encuentra participando en la COP 28, el mandatario dijo que el número de víctimas del año pasado es "inferior a lo que sucedía en Colombia a principios del siglo XXI, anterior al Acuerdo de Paz".

Dijo que ese acuerdo, firmado entre el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos y las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), "bajó al mínimo" las masacres. Sin embargo, las cifras volvieron a incrementarse tras la "desactivación" de lo pactado durante la Administración de su antecesor, Iván Duque.

"En este momento nos mantenemos en el mismo estado que lo dejó el Gobierno de Duque", admitió el líder del Pacto Histórico.

Según los datos del Instituto de estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), una ONG que defensa de los derechos humanos, en lo corrido de 2023 ha habido 90 masacres en el país suramericano, mientras que 2022 cerró con 94 matanzas de este tipo.

Si bien Petro asumió la presidencia en agosto de 2022, en un año de gestión, la cifra no ha podido aminorarse.

"Nuestro objetivo es bajarlo de nuevo"

El presidente expresó su Administración busca disminuir los números de masacres. "Por eso hablamos de nuevo de paz", agregó.

En su opinión, el "hacer trizas la paz" trae como consecuencia el aumento de las víctimas, a través de masacres, homicidios, secuestros.

"Creo que retomar la paz, como estamos haciendo, vuelve a poner las cifras de personas, no simplemente números, vuelve a poner una tendencia descendente", finalizó.

El predecesor de Petro, que durante su gestión hizo permanentemente reparos al Acuerdo de paz firmado en 2016, fue señalado por las organizaciones de defensa de los derechos humanos de no brindarles garantías de seguridad a los líderes sociales, excombatientes y a la población vulnerable de las zonas donde impera el conflicto entre grupos armados por el control territorial y de las rentas ilícitas.