La controversia entre el titular de Defensa colombiano, Iván Velásquez, y dos miembros de la delegación del Estado Mayor Central (EMC), uno de los grupos disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ha arrojado más incertidumbre que certezas sobre el reinicio de las conversaciones con el Gobierno.
En un video publicado en la cuenta de la plataforma X de la extinta guerrilla, dos personas identificadas como Sebastián Martínez y Robinson Caicedo –que forman parte del equipo negociador de las llamadas disidencias de 'Iván Mordisco'– hicieron una serie de acusaciones contra Velásquez, a quien señalan de estar desinformado y de no ir en sintonía con el mandatario colombiano, Gustavo Petro.
En un registro de poco más de dos minutos, Martínez y Caicedo manifiestan su rechazo a lo expresado la víspera por el ministro de Defensa, quien se preguntó sobre la utilidad de mantener cese al fuego bilateral sin un diálogo.
Y es que a pesar de que el pasado 16 de octubre se inició un cese al fuego, que tendría una extensión de tres meses, las conversaciones que empezaron en esa oportunidad se vieron abruptamente suspendidas el 6 de noviembre por las disidencias.
A partir de allí, el EMC inició un proceso de "consulta interna" y no fue hasta el 15 de noviembre que la delegación del Gobierno anunció que, tras el receso, se retomaría el diálogo. Esto aún no ha ocurrido.
¿Qué dicen las disidencias?
Para los dos voceros del equipo negociador del EMC, las declaraciones de Velásquez dejan entrever que "sigue faltando cohesión entre el ministro de Defensa y el alto comisionado para la paz", que desde el pasado 22 de noviembre pasó a ser Otty Patiño, jefe de la delegación del Gobierno que dialoga en su quinto ciclo con el Ejercito de Liberación Nacional (ELN).
"Señor ministro, una conversadita con el presidente no le caería mal", dijeron los integrantes de la delegación de las extintas FARC.
En opinión de ambos, el titular de Defensa se niega a "alinearse con la apuesta de paz total", a pesar de que nunca ha manifestado públicamente estar en contra de esa política bandera del Ejecutivo, pero sí ha aclarado que "no implica debilidad del Gobierno".
Los voceros lo responsabilizan de haberse negado a la instalación del Mecanismo de Veeduría, Monitoreo y Verificación, que suele hacer seguimiento al cumplimiento del cese al fuego, a pesar de que este fue puesto en marcha en abril pasado.
"Señor ministro, usted sabe que eso puede traer implicaciones judiciales", advirtieron. Según dijeron, "la mesa no se ha roto", a pesar de que la suspensión se ha extendido de manera indeterminada.
"Nuestra voluntad de paz sigue en pie. Pronto reanudaremos los diálogos. Infórmese más. No le genere incertidumbre al pueblo colombiano", agregaron.
"Una mula muerta"
Velásquez cuestionó que las disidencias se levantaran de la mesa de diálogo, "pero con la afirmación que, en todo caso, el cese tenía que mantenerse".
"Creo que ya cumplimos un mes y todavía no se reanuda el diálogo con la organización. En esas condiciones el cese no tiene ninguna finalidad. ¿Para qué un cese sin diálogo?", se preguntó.
El cuestionamiento fue respondido por los dos integrantes de la delegación del EMC, que cambiaron el orden de las palabras y se preguntaron: "¿Para qué una mesa [de diálogo] sin cese al fuego?".
"Señor Ministro, sus declaraciones desafortunadas lo convierten en una mula muerta en el camino de la paz con justicia social ambiental", finalizaron.
Vuelve el Cañón del Micay
En su mensaje, ambos miembros de la delegación evitaron tocar el tema del Cañón de Micay (Arauca), donde 200 militares fueron retenidos por la comunidad, en protesta por las acciones del Ejército en la zona, lo que fue considerado por la Casa de Nariño como una instrumentalización de la población civil que sentó el ambiente previo para la suspensión del diálogo.
Velásquez también fustigó a quienes señalan que la Administración de Petro permitió que los grupos armados tomaran el corregimiento de El Plateado, ubicado en el Cañón del Micay.
En sus declaraciones del martes explicó que el Ejército ingresó a ese corregimiento como parte de las labores previas a las elecciones regionales del pasado 29 de octubre y que, una vez culminado el proceso, se retiró, por lo que le correspondía a la Policía quedarse en la zona.
El ministro dijo que aún están en los preparativos para que los funcionarios policiales vayan a El Plateado. No obstante, con la "indefinición existente en cuanto a los diálogos con las disidencias", no ha podido ocurrir.
Estas declaraciones han generado malestar en la oposición, que lo señala de haber pactado con las disidencias la salida del Ejército del mencionado corregimiento, a pesar de haber expresado que la determinación se tomó en el contexto de las elecciones.