Las rectoras de las universidades de Harvard, de Pensilvania (UPenn) y del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) están siendo objeto de fuertes críticas por su posición ante las manifestaciones de antisemitismo que recorren los campus de Estados Unidos.
En una audiencia celebrada el martes en el Congreso para analizar los incidentes antisemitas registrados en los campus y la respuesta de las instituciones, representantes republicanos se enfrentaron dialécticamente con Claudine Gay, rectora de Harvard; Liz Magill, de la UPenn, y Sally Kornbluth, del MIT.
En concreto, la republicana Elise Stefanik presionó a Gay para que respondiera si unos cánticos pidiendo una "intifada", término que —señaló— "es un llamado al genocidio de judíos en el contexto del conflicto árabe-israelí", contravenían los códigos de conducta de la universidad.
La rectora de esta universidad perteneciente a la exclusiva Ivy League dijo que esos discursos de odio le resultan "personalmente aborrecibles" y que van en contra de los "valores de Harvard", si bien enfatizó el compromiso de la institución con la libertad de expresión, incluso de "opiniones que son objetables, ofensivas y llenas de odio". En los casos en que "ese discurso se convierte en una conducta que viola nuestras políticas contra el acoso, la intimidación, el hostigamiento…", se toman medidas, pues —explicó— la universidad cuenta con "procesos disciplinarios sólidos que permiten responsabilizar a las personas".
A Magill la representante republicana le preguntó si "llamar al genocidio" es intimidación o acoso según los códigos de conducta de la UPenn, que también forma parte de la Ivy League, presionándola para que respondiera 'sí' o 'no'. La rectora señaló que "si el discurso se convierte en conducta, puede ser acoso" y "si es dirigido y grave, omnipresente, es acoso"; pero cuando Stefanik le dijo que "entonces la respuesta es 'sí'", Magill replicó que se trata de una decisión que "depende del contexto".
Cabe recalcar que las tres rectoras arrancaron sus intervenciones en la audiencia con una condena del ataque del grupo islamista Hamás contra Israel del 7 de octubre, al tiempo que —interpeladas por los congresistas— aseguraron que apoyan el derecho de existencia del Estado de Israel. Asimismo, subrayaron que para las universidades resultaba difícil encontrar un equilibrio entre mantener la seguridad de los estudiantes y, al mismo tiempo, hacer que la libertad de expresión prosperara.
Las palabras de las rectoras merecieron un comentario de la Casa Blanca, cuyo portavoz, Andrew Bates, declaró: "Es increíble que haya que decir esto: los llamados al genocidio son monstruosos y contrarios a todo lo que representamos como país". Asimismo, agregó: "cualquier declaración que abogue por el asesinato sistemático de judíos es peligrosa y repugnante, y todos deberíamos oponernos firmemente a ellas".
Tras ello, Gay salió a aclarar sus declaraciones, que, dijo, se han malinterpretado y subrayó que había quienes "confundieron el derecho a la libertad de expresión con la idea de que Harvard consentirá los llamados a la violencia contra los estudiantes judíos". En este sentido, añadió que esos llamados "contra la comunidad judía, o contra cualquier grupo religioso o étnico, son viles, no tienen cabida en Harvard", por lo que quienes amenacen a sus estudiantes judíos "tendrán que rendir cuentas".