Solo uno de cada cinco ciudadanos alemanes (el 20 %) está satisfecho con el desempeño de Olaf Scholz como canciller de Alemania y el 23 % cree que él puede guiar bien al país a través de una crisis, según un reciente sondeo telefónico realizado por el instituto Infratest dimap.
El 17 % dijo estar satisfecho con el trabajo del Gobierno —conformado por el Partido Socialdemócrata, los Verdes y los Demócratas Libres—, mientras que el 82 % de la población germana está menos satisfecha o nada satisfecha con el desempeño del Gabinete.
La encuesta se llevó a cabo en vísperas del segundo aniversario de la coalición 'semáforo', apodada así por los colores de los tres partidos. La revelación principal del sondeo son los niveles de descontento público con el Ejecutivo que no se habían visto en Alemania desde hace 13 años.
Sin embargo, la mayor aceptación pública no corresponde al líder de la oposición democristiana Friedrich Merz, sino a Boris Pistorius, ministro de Defensa y miembro del partido de Scholz. Con el 52 % de aprobación por su desempeño, Pistorius es el único en el actual Gabinete federal con un apoyo mayoritario entre los encuestados.
La aceptación pública de la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, ha crecido en tres puntos porcentuales respecto al sondeo anterior del mismo instituto sociológico, pero solo el 38 % están satisfechos con el desempeño de Baerbock. El ministro de Economía, Robert Habeck, quedó atrás con el 30 % del apoyo, al tiempo que la opinión pública es aún menos favorable al resto del Gabinete.
Al ser preguntados sobre las formas de ahorrar el dinero de los ciudadanos, la mayoría (el 54 %) dijo que optaría por los recortes en la ayuda militar a Ucrania, que sigue siendo una prioridad para el Gabinete de Scholz. A finales de noviembre, el canciller prometió ante el Parlamento federal continuar ayudando a Kiev "mientras sea necesario", porque el conflicto en el este de Europa es de "importancia existencial" para Alemania y todo el continente.
Recientemente, el Tribunal Constitucional de Alemania declaró como inconstitucional la redirección de los fondos no utilizados para paliar los efectos de la pandemia de covid-19 a otros fines, como los programas medioambientales y energéticos. De esos fondos, el Gobierno planeaba gastar 60.000 millones de euros (alrededor de 65.500 millones de dólares) y ahora se ve obligado a congelar todas las nuevas autorizaciones de gasto para este año. Además, ha fracasado el plan de Scholz de conseguir antes del 25 de diciembre la aprobación del presupuesto para 2024.