La Gran Mezquita Omari, ubicada en la ciudad de Gaza y considerada la más grande y antigua del enclave palestino, fue reducida a escombros el pasado viernes, debido a bombardeos israelíes que dejaron solo el alminar en pie.
El Ayuntamiento gazatí calificó la destrucción de la mezquita como "una bárbara agresión" por parte del país hebreo, y un intento por destruir los monumentos nacionales y religiosos que "encarnan el símbolo y la identidad del pueblo palestino".
Asimismo, el Ministerio de Turismo y Antigüedades de la Franja de Gaza hizo un llamado a la Unesco para proteger el patrimonio histórico del asediado territorio palestino, donde se calcula que cerca de 104 mezquitas han sido destruidas desde el inicio de las hostilidades entre Israel y Hamás, el pasado 7 de octubre.
"El crimen de atacar y destruir yacimientos arqueológicos debería impulsar al mundo y a la Unesco a actuar para preservar este importante patrimonio civil y cultural", aseguró el ente.
La Gran Mezquita Omari recibió su nombre en honor al califa Omar ibn al Khattab, quien la trasformó en mezquita en el siglo VII, ya que el templo fue construido en el siglo V como una iglesia bizantina.
Aunque la Gran Mezquita de Omari había sido una institución musulmana por los últimos 900 años, sus cimientos demostraban que fue erigida sobre un templo filisteo que honraba al dios pagano de la fertilidad y el agua, Dagón. En la época bizantina, Dagón siguió siendo una deidad en Gaza, cambiando su nombre a Marnas, y su templo Marneion.
A lo largo de la historia el edifico sobrevivió a múltiples ataques; fue restaurada en repetidas ocasiones después de haber sido destruida parcialmente en los siglos XI, XII, XIII y durante la Primera Guerra Mundial. En 1149, durante las Cruzadas católicas, la Gran Mezquita fue convertida en la catedral de San Juan, pero en 1192 volvió a ser transformada en un templo islámico, conservando su arquitectura gótica.
Contaba con 38 columnas de mármol, que reflejaban la arquitectura antigua de la ciudad de Gaza.