En julio de 2023, Brasil lanzó la primera expedición ártica de su historia. Científicos de tres universidades brasileñas viajaron al archipiélago de Svalbard para recoger muestras de plantas y otros microorganismos y compararlas con especies similares de la Antártida.
Según Paulo Camara, profesor de la Universidad de Brasilia y participante en la expedición, cerca del 7 % de la superficie del país se encuentra en el hemisferio boreal, por lo que ese territorio está más cerca del polo norte que del polo sur, los dos grandes reguladores del clima.
Brasil cuenta con 40 años de experiencia en investigación en la Antártida, que pretende desarrollar también en el Ártico, gracias a la participación en instituciones multilaterales y los BRICS.
Al Ártico por la Antártida
La posición geográfica de Brasil hace que se interese principalmente por el Polo Sur, donde en el último cuarto del siglo XX inició estudios de geofísica y de los procesos climáticos.
Como señala Natalia Viajireva, experta del Consejo Ruso de Asuntos Internacionales, el país sudamericano comenzó su experiencia analítica en el Ártico como actor independiente, basándose en la experiencia adquirida en la región antártica. En este sentido, dio a conocer su interés por el Polo Norte con la publicación de su estrategia oficial sobre la Antártida: 'Ciencias antárticas para Brasil: plan de acción 2013-2022'.
Entre otras cosas, el documento señala: "La comunidad científica antártica se encuentra interesada en profundizar la cooperación con los investigadores de la región ártica en un momento en el que se acumula evidencia sobre los vínculos entre las dos regiones polares".
En el plan decenal de desarrollo de la Antártida, adoptado en 2023, el nivel de atención sobre el Ártico aumentó, ya que contiene un apartado especial sobre la zona y aboga por una mayor presencia brasileña allí. Asimismo, apunta que el calentamiento global se aceleró en las dos últimas décadas; y dado que Brasil se encuentra frente al océano Atlántico tropical y meridional, los cambios pueden afectar a su clima en el corto y el mediano plazo, lo que refuerza la necesidad de comprender para predecir efectos.
Intereses brasileños en el Ártico
Por el momento, la presencia de Brasil en el Ártico es muy modesta y carece de marco institucional, aunque desde 2010 la cuestión forma parte de su agenda.
Los debates sobre los intereses en el Polo Norte, así como las perspectivas de participación en diversas instituciones de gobernanza en la región no tomaron impulso hasta 2019. En 2022, la Comisión Interministerial de Recursos del Mar de Brasil recomendó oficialmente a la presidencia que ratificara el Tratado de Svalbard y solicitara la adhesión al Consejo Ártico.
Esta posible adhesión permitiría al gigante sudamericano profundizar en el estudio climático al poner en común conocimientos sobre el impacto de los cambios en ambos polos. Además, el Tratado de Svalbard abrirá oportunidades para establecer su propia estación de exploración en la isla.
Asimismo, se considera importante el factor logístico, pues a Brasilia le interesa la apertura de nuevas rutas marítimas por la zona y la cooperación con los países árticos.
Cooperación multilateral en el marco de los BRICS
La colaboración bilateral de Brasil con las distintas naciones árticas es limitada y se centra principalmente en cuestiones de cambio climático y petróleo. Así, se encuentra desarrollando varios proyectos educativos con universidades finlandesas y noruegas, mientras que Petrobras e Innovation Norway firmaron un acuerdo en 2010 mediante el cual Oslo accedía al mercado brasileño a cambio de la provisión de tecnología necesaria.
No obstante, la interacción más estrecha se da con Rusia, especialmente gracias a la participación en los BRICS. La más relevante de las acciones bilaterales en lo que a los intereses brasileños en el Ártico respecta es el 'Estudio del océano mundial', donde expertos de ambos países comparan los procesos hidrofísicos y biogeoquímicos que tienen lugar en el Amazonas y en los principales ríos árticos, como el Lena, el Yeniséi y el Ob.
La pesquisa se desarrolla en el marco del Grupo de Trabajo BRICS sobre Investigación Oceánica y Polar, en el que Rusia y Brasil son los participantes más activos. La asociación fue creada después de que los miembros firmaran el Memorando de Entendimiento sobre Cooperación en Ciencia, Tecnología e Innovación en 2015 y la Declaración de Moscú.
En la cumbre del bloque celebrada en Johannesburgo se decidió ampliarlo invitando a 6 Estados -Argentina, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos-. De este modo, el ejemplo de la participación de Brasil en los BRICS demuestra que, a pesar de la distancia geográfica, es posible implicarse en proyectos árticos mediante convenios multilaterales.