La Policía brasileña encontró el cuerpo sin vida de Kemilly Hadassa Silva, una niña de cuatro años que fue raptada dentro de su casa el sábado pasado, en la ciudad de Nova Iguaçu, en el estado de Río de Janeiro.
El hallazgo se logró después de que Reynaldo Rocha Nascimento, de 22 años y primo segundo de la madre de la niña, confesara que había violado y asesinado a la menor.
En un comunicado, que recoge la prensa, las autoridades explicaron que el cuerpo de la pequeña se encontró dentro de una bolsa de comida en una zanja, cerca de la vivienda del asesino confeso, ubicada en el barrio de Campo Alegre, donde también vivía la víctima.
Según las investigaciones, la madre, Suellen Roque da Silva, acostó a Kemilly junto a sus otros dos hermanos –de 7 y 8 años– en la habitación y los dejó al cuidado de una familiar que reside en la casa de al lado.
Cuando volvió de una fiesta, sobre las 5:00 de la madrugada, la niña no estaba en el cuarto y comenzó una frenética búsqueda. Tras encontrar restos de sangre en casa de Nascimento, los vecinos le detuvieron y atacaron, y este consiguió salvarse porque los agentes acudieron al lugar.
Videos que circulan en las redes muestran a los residentes enfurecidos obstaculizando a los policías.
"La Policía evitó que fuera linchado, ya que la gente estaba enojada", explicó Mauro Cezar Júnior, jefe de la Comisaría de Homicidios de la Bajada Fluminense, quien destacó las dificultades del arresto por causa de los enfurecidos vecinos.
Según las autoridades, Nascimento confesó que violó a la niña y esta comenzó a llorar. Para no ser descubierto, la mató.