A pesar de que se registró una disminución en las compras de oro en el mes de octubre, los bancos centrales de algunas naciones reportaron la suma de unas 42 toneladas del metal a sus reservas oficiales mundiales, informó el pasado martes el analista senior para Europa, Oriente Medio y África del Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés), Krishan Gopaul.
De acuerdo con Gopaul, esta cifra resultó ser un 41 % más baja que la contabilizada en septiembre, cuando se compró un total de 72 toneladas de oro. Sin embargo, indicó que fue un 23 % más alta que el promedio mensual del período comprendido entre enero y septiembre, cuando se adquirieron 34 toneladas.
Al observar la información por país, el analista sostuvo que un pequeño número de bancos centrales representan el total global de compradores de oro. En el caso del Banco Popular de China (BPC), Gopaul aseguró que continuaba siendo el mayor entre ellos, puesto que reportó un aporte de 23 toneladas a sus reservas.
Esta fue la duodécima adición mensual consecutiva que realiza el BPC, lo que eleva sus compras netas a 204 toneladas este año, con las reservas totales ascendiendo a 2.215 toneladas. No obstante, el experto sostuvo que, pese a experimentar un "aumento significativo" en las provisiones de oro "declaradas", estas "todavía representan solo el 4 % de las reservas internacionales totales del banco".
Otros bancos centrales también compran oro
Por otro lado, Gopaul mencionó que el Banco Central de Turquía compró durante octubre aproximadamente 19 toneladas de oro, por lo que sus reservas oficiales, incluidos los bonos del Tesoro de EE.UU., se incrementaron a 498 toneladas.
Los bancos centrales de Polonia, India, República Checa, Catar, Kirguistán, Uzbekistán y Kazajistán también adquirieron metal dorado en octubre. Por último, Gopaul precisó que, antes de las compras registradas en ese mes, se había pronosticado que los bancos centrales se harían en 2023 de grandes cantidades de oro. Además, afirmó que esta tendencia seguirá en aumento.
El WGC señaló en un informe publicado el pasado jueves que este año hubo dos acontecimientos importantes que impulsaron la demanda de oro: el colapso del Silicon Valley Bank y el conflicto entre Israel y Hamás.
La organización estimó que el exceso en la demanda de los bancos centrales aumentó un 10 % el precio del oro en 2023. Asimismo, aseveró que estas entidades continuarán comprándolo y vaticinó que, aunque el próximo año no se "alcancen los máximos de los dos años anteriores", se prevé que "cualquier compra por encima de la tendencia (entre 450 y 500 toneladas) "deberá proporcionar un impulso adicional".