El Gobierno de Colombia designó a Vera Grabe como nueva jefa de la delegación del Ejecutivo en las conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en reemplazo de José Otty Patiño, quien pasó a ejercer como alto comisionado de Paz el pasado 5 de diciembre.
Según se lee en un comunicado difundido este lunes por la oficina de Patiño, Grabe, una hija de inmigrantes alemanes, hizo parte del "Movimiento guerrillero M-19 desde su fundación en 1974 hasta la dejación de armas en 1990" y tras la firma del acuerdo de paz con la Administración de Virgilio Barco, obtuvo una curul en la Cámara de Representantes para luego ejercer como senadora entre 1994 y 1997, y como agregada cultural de la Embajada colombiana en España en el mismo lapso.
El documento precisa que es "socia fundadora del Observatorio para la Paz (1996), orientado a la pedagogía y la investigación para la paz, y allí dedicada hace más de veinte años al trabajo por la paz desde la pedagogía y la transformación cultural", al tiempo que se destaca su labor como asesora gubernamental en el proceso de paz con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En relación con su perfil académico, se apunta que obtuvo un título en antropología en la Universidad de Los Andes, un diploma profesional en estudios políticos y resolución de conflictos de la Universidad del Valle, una maestría en historia de la Universidad de Los Andes y un doctorado en paz, conflicto y democracia de la Universidad de Granada, lo que le ha permitido ejercer como docente universitaria, editora y autora de libros sobre la temática de la paz.
- La semana previa inició en la Ciudad de México el quinto ciclo de diálogos entre el Gobierno y el ELN, tras una crisis derivada del secuestro del padre del futbolista Luis Díaz. Mientras distintos voceros del Ejecutivo rechazan el plagio como método para obtener fondos, desde la insurgencia se defiende su uso, bajo el argumento de que no poseen otras fuentes de financiamiento.
- El incidente también puso en cuestión la eficacia de la política de 'paz total' defendida por el presidente Gustavo Petro y obligó a la salida de Danilo Rueda de la oficina del Alto Comisionado de Paz.