Tras ser finalmente absuelto, un hombre erróneamente condenado y encarcelado en 1995 por el asesinato de un empleado del metro presentó una demanda contra la ciudad de Nueva York, así como contra dos detectives, afirmando que estuvo "injustamente" encarcelado durante décadas.
Thomas Malik, de 46 años, es uno de los tres jóvenes enviados a prisión por el asesinato de Harry Kaufman, un empleado del metro de Nueva York que murió incinerado durante un intento de robo mientras trabajaba en un turno de noche, el 26 de noviembre de 1995, según recoge AP.
La fiscalía de Brooklyn concluyó el año pasado que las condenas de Malik y sus antiguos coacusados, Vincent Ellerbe y James Irons, se basaban en "identificaciones problemáticas y confesiones falsas y contradictorias".
"Las conclusiones de una nueva investigación exhaustiva de este caso, que ha durado años, nos impiden mantener las condenas de los acusados", declaró en ese entonces el fiscal de distrito de Brooklyn, Eric González.
Por su parte, Malik pide reparación por la "mala conducta oficial que le hizo pasar casi 27 años en prisión, y por los daños mentales y físicos que sufrió mientras estuvo encarcelado", escribieron en la demanda los abogados Ronald Kuby y Rhidaya Trivedi.
El fiscal González culpó de las condenas a los detectives principales del caso, Louis Scarcella y Stephen Chmil, y añadió que Scarcella presionó a los adolescentes acusados para que confesaran e ignoró las inconsistencias en las pruebas. A pesar de esto, los investigadores niegan haber cometido delito alguno.
Malik, que está ahora en libertad y formó una familia, exige al menos 50 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios. Asegura que la prisión lo dejó tan marcado psicológicamente que apenas puede salir de casa, y el mero hecho de ponerse el cinturón de seguridad en un auto le recuerda haber estado encadenado y le provoca síntomas de trastorno de estrés postraumático, según la demanda.