El presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró este jueves que Ucrania empuja a sus militares "hacia el exterminio", enviándolos a combatir cerca de la localidad de Krynki, en la orilla izquierda del Dniéper, donde las FF.AA. de Ucrania sufren grandes pérdidas.
Al ser preguntado sobre la situación en el frente en esta región, el mandatario dijo que Ucrania trató de llegar a la orilla izquierda del río y garantizar su movimiento hacia Crimea. "Lo que ocurrió en esta zona: las Fuerzas Armadas de Ucrania concentraron el ataque de artillería en una zona muy estrecha de la orilla izquierda. Para salvar a nuestros chicos y no ponerlos en un riesgo innecesario ni sufrir pérdidas, el comando militar tomó la decisión de moverse atrás por varios metros", afirmó Putin.
Por su parte, los militares ucranianos llegaron en esta pequeña zona. "Ni siquiera sé para qué lo hacen: [las FF.AA. de Ucrania] empujan a su gente hacia el exterminio. Los propios militares ucranianos dicen que es un camino sin retorno", señaló en ese contexto, detallando que, para alcanzar esta zona, los uniformados ucranianos usan solo botes mientras se encuentran bajo "el fuego de artillería, drones y otros medios de destrucción".
Así, las FF.AA. rusas sufrieron "pérdidas sanitarias" y 6 personas resultaron heridas hace tres días. Ucrania, a su vez, tiene decenas de militares fallecidos, declaró el presidente ruso.
En su opinión, Kiev envía a sus soldados a esta zona por razones políticas. "No son simples militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania, son élite, unidades de asalto", que no son muchas, afirmó el mandatario, agregando que se puede imaginar lo sensibles que son estas pérdidas.
Además, Putin señaló que a Rusia le conviene este envío "insensato" de militares ucranianos a la región. "Por desgracia, es la lógica de la lucha armada, pero siguen haciéndolo. Es una tragedia para ellos, creo", reiteró.
Putin celebra este jueves el tradicional maratón de preguntas y respuestas 'Línea directa con Putin'. Se trata de un evento mediático, de entre tres y cuatro horas de duración, durante el cual Putin responde a las preguntas de los ciudadanos, así como a las de periodistas nacionales y extranjeros.