Aunque China, como la mayoría de los Estados, mantiene la línea de no ser el primer país en usar armas espaciales y se posiciona en contra de una guerra espacial, por si acaso está desarrollando nuevas tecnologías secretas para responder a un potencial ataque espacial y entrenar a sus tropas para batallas en la órbita terrestre, informa South China Morning Post.
El medio cita un artículo publicado en octubre en la revista National Defense Technology e indica que los científicos militares chinos –que escribieron el artículo para esta publicación– revelaron un sistema de juegos de guerra espacial que anteriormente nunca había sido revelado.
Esta herramienta fue desarrollada por la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa, localizada en la ciudad china de Changsha, y ya ha demostrado su valor en una misión espacial encubierta, según el equipo desarrollador, dirigido por el profesor asociado Zhang Jin. Además, el sistema jugó un papel fundamental en la selección de la élite de la guerra espacial a principios de este año en China.
Así, más de 400 cadetes militares formaron unos 70 equipos para participar en los simulacros de dos meses que no solo los prepararon para combates espaciales, sino que también les permitieron manejar armas futuristas sobre las que solo habían leído en libros o en documentos técnicos. "Estábamos todos encantados", afirmó uno de los cadetes al compartir su experiencia en el artículo de Zhang.
Un simulacro diferente
El sistema que se utilizó en los ejercicios tiene un diseño "fácil de usar", es capaz de simular y prever un potencial combate espacial y sirve para formar y perfeccionar a los mejores guerreros y comandantes espaciales a gran escala, según afirman sus desarrolladores. Esta herramienta de simulacros de guerra espacial, desarrollada por el equipo de Zhang, es diferente a cualquier sistema de entrenamientos utilizado por el Ejército Popular de Liberación (EPL) antes.
Por ejemplo, puede hacer que en la interfaz de operación la Tierra sea transparente para que los usuarios del hemisferio oriental puedan observar en tiempo real lo que ocurre en el hemisferio occidental. Además, el equipo de Zhang indica que las tácticas eficaces durante la guerra convencional en la Tierra podrían ser inútiles o incluso perjudiciales en el espacio.
Por ejemplo, para organizar las tropas en la Tierra, los comandantes deben tener en cuenta la distancia horizontal hasta las tropas enemigas, pero en el espacio también se añade otra dimensión: la altitud de las órbitas, lo que magnifica las complejidades de la guerra, según los desarrolladores del sistema.
También el movimiento de objetos en el espacio a menudo depende más de las máquinas para guiar las decisiones y ejecutar órdenes, lo que impone exigencias a los creadores de sistemas del juegos de guerra, cuya precisión no solo afecta la calidad de los simulacros, sino que también determinaría el resultado de una batalla espacial, dicen los autores.