Hablando de la necesidad de negociaciones, los países occidentales ofrecen una pausa en las hostilidades que permitan a Ucrania recobrar fuerzas y recursos y no poner fin al conflicto bélico, afirmó el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
En declaraciones al canal ruso Pervy, el canciller recordó que durante su visita a Nueva York en abril se reunió con un grupo de analistas políticos estadounidenses que plantearon que Rusia y Ucrania "hicieran las paces, porque ninguna de las partes podía ganar" en el conflicto.
Sin embargo, su plan era "hacer las paces por algún plazo, ponerse de acuerdo sobre ese periodo, dejarlo todo como está y, después de algún tiempo, reanudar las hostilidades", precisó.
"No tuvieron reparos en decir que Ucrania necesitaba tiempo para mejorar sus arsenales, su equipamiento militar, sus misiles y otros atributos de la guerra. Eso fue en abril. Ahora los líderes occidentales están hablando abiertamente de ello, sugiriendo exactamente eso. Y están estipulando claramente que esto no será el final del conflicto, sino que será una pausa, igual que Occidente necesitó los acuerdos de Minsk como pausa", dijo con referencia a los fracasados intentos de poner freno al conflicto entre Kiev y el este de Ucrania en 2014 y 2015.
Lavrov indicó que actualmente las mismas tácticas se "están colando en las conversaciones" que mantienen los líderes occidentales. "Y no las mantienen con nosotros, sino públicamente", remarcó.
Subrayó que el cambio de retórica no afecta la esencia de la política occidental, en la que Rusia sigue siendo considerada una amenaza.
"Objetivo ilusorio"
Según Lavrov, Occidente ya es consciente de que no puede destruir a Rusia como potencia independiente en la arena mundial, objetivo que persiguieron los gobiernos occidentales al optar por un enfrentamiento con Moscú. Por su parte, Rusia consideraba anteriormente la creciente interdependencia con Europa como un factor positivo que reforzaba la seguridad común y reducía las posibilidades de conflicto militar.
"Está claro que ahora [los países occidentales] se dan cuenta de la naturaleza ilusoria de ese objetivo, pero no pueden admitirlo y dar un giro de 180 grados ante sus votantes en vísperas de los ciclos electorales sin arriesgarse a perder la cara y la reputación", apuntó el ministro ruso.
"Desesperada situación"
Lavrov describió las reiteradas aseveraciones de líderes occidentales de que Rusia podría atacar a los países de la OTAN como un signo de su desesperación.
"El mero hecho de que gente seria -el jefe del Pentágono, el presidente de Estados Unidos- esté diciendo eso en voz alta habla por sí solo de su desesperada situación", dijo, subrayando que cualquier persona mínimamente informada identifica tales declaraciones como "deliberadamente engañosas".
"Especulación peligrosa"
Al mismo tiempo, calificó de "peligrosas" las deliberaciones en Occidente sobre el despliegue en bases aéreas de países de la OTAN de los cazas F-16 que se entregarán a Ucrania
"Se está hablando seriamente de aviones F-16. En el curso de estas conversaciones, resulta que no hay aeródromos en Ucrania que estén adaptados para dar servicio a estos aviones [...] Y se habla de que esto se podría hacer probablemente en el territorio de los países de la OTAN vecinos de Ucrania. Se trata de una especulación peligrosa. Se lo puedo decir con toda responsabilidad", declaró.