Las controvertidas elecciones de la nueva dirigencia del club Boca Juniors culminaron con un contundente triunfo de Juan Román Riquelme, el ídolo que ganó la presidencia de uno de los clubes más importantes de Argentina con el 65,3 % de los votos.
Nunca antes una elección de un club del país sudamericano había concitado tanta atención política y mediática. Tampoco había logrado una participación tan grande de socios.
A pesar de la tormenta que asoló a la Ciudad de Buenos Aires el domingo, 46.402 personas acudieron a votar a la nueva dirigencia en un clima de fuerte expectativa.
De ellas, 30.318 (65,3 %) eligieron a la dupla que conformaban Riquelme y Jorge Amor Ameal, en tanto que solo 15.949 (34,4 %) optaron por Andrés Ibarra y Mauricio Macri, el expresidente del país que intentaba volver al club en el que inició su carrera política, pero ahora como vicepresidente. No lo logró.
Así, Riquelme se convirtió en el dirigente que más votos ha obtenido en la historia del futbol argentino, en una jornada que tuvo un episodio más: el presidente del país, Javier Milei, acudió a votar como socio del club, pero solo recibió silbidos e insultos.
Derrota
Los hinchas no le perdonan a Milei que haya deseado el descenso de Boca Juniors; celebrado los goles de River Plate, su rival por antonomasia; insultado a Riquelme, uno de los ídolos más venerados en la trayectoria del popular equipo; y apostado por Macri, quien pretende privatizar el club.
Por eso, le gritaron de manera insistente: "el club es de los socios", en medio de abucheos que fueron criticados por Macri.
"Qué vergüenza ver imágenes de señores que dicen ser hinchas de Boca, cuando en realidad son tremendos maleducados y no espontáneos, insultando al presidente de la República en vez de festejar que vaya a votar por el futuro de nuestro querido club. Lo que vimos, lamentablemente, es lo que viene pasando hace 4 años con Boca. Espero por el futuro y el bien de nuestro club que hoy termine y cambie de una buena vez", escribió en sus redes sociales.
Sin embargo, Macri enfrentaba de manera paralela su propia polémica, ya que, a pesar de que era candidato a la vicepresidencia, ni siquiera acudió a votar.
El pretexto fue un viaje a Arabia Saudita en su calidad de presidente de la Fundación FIFA, pero su ausencia anticipada se interpretó como un reconocimiento tácito de que ya sabía que le esperaba una dura derrota frente a Riquelme, con quien mantiene una añeja pelea.
Polémica
Los comicios estuvieron precedidos por la polémica que generaron las maniobras que la fórmula Ibarra-Macri llevó a cabo para judicializar el proceso, en un afán de evitar el triunfo de la dupla Riquelme-Ameal.
La definición de la nueva dirigencia en Boca Juniors se había fijado primero para el 2 de diciembre pero, como es el día del Shabat, la comunidad judía solicitó pasarlo al domingo 3.
Mientras tanto, las redes sociales se poblaron de referencias sobre el interminable año electoral que seguía manteniendo en vilo al país. En ese momento, Milei ya había ganado la presidencia del país, pero ahora los peronistas, fueran o no de Boca, querían que Macri perdiera la elección frente a Riquelme; los mileístas, en tanto, ansiaban que ganara Macri. La elección de un club de futbol se extrapoló por completo a la política nacional.
En la semana de la elección, las encuestas daban por ganadora a la fórmula Riquelme-Ameal. Pero, cinco días antes y de manera inesperada, la jueza Alejandra Abrevaya, cercana al macrismo, suspendió las elecciones por tiempo indefinido debido a una denuncia de la dupla Ibarra-Macri sobre una supuesta adulteración de los padrones de socios.
El caos se impuso. Riquelme denunció que todo se trataba de una maniobra de Macri para ensuciar el proceso, a sabiendas de que sería derrotado. La pelea se trasladó a los tribunales, en donde la jueza Abrevaya se apartó de la causa que, a su vez, recayó en la togada Analía Romero, quien la rechazó porque era socia de Boca Juniors y no tendría "imparcialidad".
Luego de la infructuosa designación de un tercer juez, el caso volvió a Abrevaya, quien intentó sin éxito frenar las elecciones, ya que la Cámara Civil confirmó que los comicios se llevarían a cabo el 17 de diciembre, lo que finalmente ocurrió con una participación récord.