El gobierno de Javier Milei en Argentina apeló este lunes a la "responsabilidad fiscal", después de saberse que varios gobernadores, entre ellos el de la provincia de Buenos Aires, barajan emitir sus propias monedas, en caso de que pierdan financiamiento por el severo plan de ajuste anunciado.
"Las provincias tienen el derecho a actuar como mejor les parezca, nosotros llamamos a todas las provincias a tener responsabilidad fiscal", dijo el vocero del Gobierno, Manuel Adorni, en su rueda de prensa diaria.
La semana pasada, el gobierno de la provincia de Buenos Aires, dirigido por el kirchnerista Axel Kicillof, deslizó la posibilidad de emitir su propia moneda, en caso de que sea necesario. "Hoy por hoy, no", matizó un vocero de esa administración.
Algo similar dijo el gobernador de San Luis. "Necesito tomar un empréstito casi equivalente a seis meses de coparticipación federal. Se puede tomar con un banco, emitiendo título o emitiendo una cuasimoneda, no lo descarto", advirtió.
"El déficit cero"
En línea con el discurso de Milei, el vocero presidencial reiteró que los argentinos no pueden "gastar más de lo que se ingresa", por lo que insistió en que el déficit cero es uno de los principales objetivos para la administración del libertario.
Según Adorni, una medida distinta al ajuste conduciría a "la brutal inflación en la que está inmersa" Argentina. "Generar déficit implica, en el caso del gobierno nacional, o pedir asistencia al Banco Central, a la máquina de imprimir billetes, generando inflación, o endeudarnos eternamente hasta colapsar en una crisis de deuda", señaló.
"No hay razón para que los gobiernos provinciales tomen una postura diferente en algo tan razonable como es no gastar más de lo que uno tiene", añadió.
El llamado 'plan motosierra' de Milei incluyó en su agresivo programa de ajuste, con el que pretende "evitar una catástrofe" hiperinflacionaria, la reducción "al mínimo" de las transferencias del Estado Nacional a las provincias, que muchas veces dependen de esos aportes para pagar salarios y otras cosas.
El argumento para justificar el tijeretazo fue que esos pagos supuestamente se usaban para intercambiar favores políticos.