Un terremoto de magnitud 6,2 que sacudió la noche del 18 de diciembre a la región fronteriza entre las provincias chinas de Gansú y Qinghai ha dejado al menos 116 muertos y 200 heridos, informan medios locales.
Según el Centro de Redes Sismológicas de China, el epicentro del movimiento telúrico se localizó aproximadamente a 101 kilómetros de la ciudad de Lanzhou, ubicada en el noroccidente del país y su profundidad fue de 10 kilómetros.
Las autoridades locales, que actualmente continúan coordinando labores de rescate reportaron daños en algunas infraestructuras de agua, electricidad, transporte y comunicaciones de la región.
El presidente chino, Xi Jinping, emitió una serie de instrucciones tras el terremoto instando a no escatimar esfuerzos para llevar a cabo las operaciones de búsqueda y rescate, así como prestar atención médica a los heridos de manera oportuna para minimizar las víctimas. Asimismo, hizo un llamado para reparar la infraestructura dañada lo antes posible y reasentar a las personas afectadas.