El Gobierno del presidente español Pedro Sánchez ha remodelado la cúpula del Ministerio de Asuntos Exteriores, con el objetivo de defender cara afuera la ley de amnistía que su formación, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ha comenzado a tramitar en el Congreso de los Diputados.
Se trata de una norma vital, pues está acordada con los partidos catalanes Junts per Catalunya y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), y es el requisito indispensable para que ambas formaciones independentistas aporten los siete diputados que tiene cada una a la estabilidad de la nueva legislatura.
La amnistía, que cubrirá a los involucrados en el proceso secesionista de Cataluña, incluido al expresidente catalán Carles Puigdemont, líder de Junts y autoexiliado en Bruselas para evitar la acción de la Justicia española desde la proclamación unilateral de independencia de 2017, está siendo duramente criticada en España y se ha convertido en el centro del debate político del país.
Tanto es así que el Partido Popular (PP), principal fuerza de la oposición, en su afán por movilizar todas las herramientas a su alcance para tratar de paralizar la norma, está intentando llevar la batalla también al seno de la Unión Europea (UE).
Es justamente en este escenario donde se enmarcarían los nuevos nombramientos, que recogen medios nacionales, pese a que todavía no hay confirmación oficial. Así, tras la salida el pasado 5 de diciembre de Pilar Cancela de la Secretaría de Estado de Cooperación y su sustitución por Eva Granados, exportavoz del PSOE en el Senado, este martes se prevé que el Consejo de Ministros apruebe la renovación de las otras tres Secretarías del Ministerio de Asuntos Exteriores y la designación de cargos estratégicos para la diplomacia del país.
Al Ministerio llegan perfiles más políticos, que parecen premiar la lealtad a Sánchez en la anterior legislatura, mientras que de él parten a importantes embajadas perfiles diplomáticos, encargados de lidiar con las posibles críticas futuras a la ley.
Washington, Berlín y Lisboa
Ángeles Moreno, número dos de Exteriores, dejará de ser secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y Globales. Licenciada en Derecho y miembro de la carrera diplomática desde 1994, se convertirá en la primera mujer que se desempeñe como embajadora en Washington.
Antes, Moreno ya estuvo en las delegaciones de Rusia, Panamá, Egipto, Sierra Leona, México y Reino Unido. En las últimas semanas fue la encargada de explicar ante el Parlamento de la UE la constitucionalidad de la amnistía.
Su sustituto será Diego Martínez Belío, quien durante la pasada legislatura fue jefe de Gabinete del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares.
Pascual Navarro abandonará la Secretaría de Estado para la Unión Europea con rumbo a la Embajada de Berlín, una plaza fuerte en el seno del bloque comunitario, donde procurará defender el encaje de la amnistía en el Estado de Derecho español. Jurista y diplomático de carrera desde 1987, estuvo destinado en Damasco, Copenhague y Brasilia con anterioridad.
Navarro será sustituido por Fernando Sampedro Marcos, hasta ahora miembro del Gabinete de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. A partir de ahora será el encargado de defender la amnistía ante la UE.
Por último, Juan Fernández Trigo sale de la Secretaría de Estado para Iberoamérica y el Caribe con el objeto de investirse como nuevo embajador de España en Lisboa. También licenciado en Derecho y miembro del cuerpo diplomático, estuvo destinado en la UE, Marruecos, Vietnam, la ONU y Cuba, mientras que en la pasada legislatura fue el encargado de afrontar la coyuntura con Venezuela.
Será sustituido por Susana Sumelzo, quizá el perfil más político de los que entran en el Ministerio. Histórica del PSOE, no posee experiencia diplomática, pero ha sido una de las grandes aliadas de Sánchez en los conflictos internos del partido.