Las empresas que importan café a la Unión Europea (UE) están empezando a reducir sus compras a pequeños agricultores de África y otros lugares ante la amenaza de que se sancione una histórica ley en el bloque que prohíba la venta de productos relacionados con la destrucción de bosques, una de las principales causas del cambio climático, informó este martes Reuters.
Fuentes del sector consultadas por la agencia británica señalan que el coste y la dificultad de cumplir con la Normativa de la Unión Europea contra la Deforestación (EUDR, por sus siglas en inglés) —que entrará en vigor a finales de 2024— ya están teniendo repercusiones imprevistas que, con el tiempo, podrían remodelar los mercados mundiales de materias primas.
En este sentido, señalan que, en los últimos meses, se ha experimentado un agotamiento de los pedidos de café a Etiopía, país en el que aproximadamente cinco millones de familias de agricultores dependen de este cultivo.
Asimismo, advierten que las estrategias de aprovisionamiento adoptadas por las compañías antes de la entrada en vigor de la mencionada ley podrían aumentar la pobreza de los pequeños agricultores e incrementar los precios para los consumidores de la UE, además de debilitar el impacto de la EUDR en la conservación de los bosques.
¿Qué dice la nueva ley?
En virtud de la nueva norma, los importadores de materias primas como el café, el cacao, la soja, el aceite de palma, el ganado, la madera y el caucho —así como los productos que los utilizan— tendrán que poder demostrar que sus mercancías no proceden de tierras deforestadas mediante la cartografización digital de sus cadenas de suministro hasta la parcela donde se cultivaron las materias primas, de lo contrario se exponen a fuertes multas.
Se espera que los costes de cumplimiento en todos los eslabones de provisión aumenten los precios de los alimentos en los 27 países del bloque comunitario. De hecho, dos de los mayores comerciantes de café del mundo, Sucafina y Louis Dreyfus Company, ya han cerrado futuros contratos de venta que incluyen una prima EUDR, según una fuente de una importante empresa de comercio de materias primas.
No obstante, desde la Comisión Europea afirman que no esperan que la nueva normativa provoque inflación alimentaria, señalando que, por ejemplo, aunque la trazabilidad tenga un coste, es probable que este se compense, ya que la ley debería reducir el número de intermediarios en el mercado.