La Policía Federal de Brasil desplegó este martes la segunda fase de la operación Dinastía, con la que pretende capturar a los cabecillas de la principal organización paramilitar de Río de Janeiro, informó el organismo en un comunicado.
Según precisa el documento, "el objetivo es cumplir 12 órdenes de aprehensión preventiva y 17 órdenes de allanamiento e incautación" contra la milicia, así como "desmantelar el núcleo financiero de la organización criminal".
Las pesquisas arrojaron que la milicia liderada por Luis Antonio da Silva Braga, alias 'Zinho', impone cuotas extorsivas "ilegales a grandes empresas y pequeños comerciantes locales" de la zona sur de Río, por lo que las autoridades pretenden conseguir la información de las cuentas bancarias adónde van a parar los fondos confiscados a la población.
El esquema de extorsión se descubrió luego de que las autoridades interceptaran conversaciones entre dos miembros de la milicia de 'Zinho': Jhonatas Rodrigues Medeiros, alias 'Pardal' o 'Pássaro' y Vitor Eduardo Cordeiro Duarte, conocido bajo el apodo de 'Tabinha', en las que se mencionaron los montos exigidos a los contratistas, los nombres de las empresas, el dinero recibido y la fecha de los pagos, recoge O Globo, que cita al Ministerio de Justicia.
Asimismo, para el Ministerio Público brasileño, los audios entre los lugartenientes de 'Zinho' son "atroces" y dan cuenta de actuaciones que se corresponden a las que tendrían "verdaderos inspectores de un Estado paralelo".
Contra el brazo político
La Policía explicó que estas acciones constituyen la continuación de la primera fase lanzada en agosto pasado, que derivó en la operación Bautismo, dirigida "contra el núcleo político de la organización".
El punto refiere a la diputada estatal Lúcia Helena Pinto de Barros, conocida como 'Lucinha', quien la víspera fue separada de su cargo por tiempo indefinido tras descubrirse que mantenía vínculos con la milicia de 'Zinho'.
La investigación apunta que De Barros, perteneciente a las filas del Partido Social Democrático (PSD, centroderecha), haría parte del brazo político de la entidad paramilitar, conocida por su violencia en la ciudad carioca.
El pasado octubre, milicianos del grupo incendiaron más de una treintena de unidades de transporte público como represalia al asesinato del sobrino de 'Zinho', Matheus da Silva Rezende, alias 'Faustão', en un enfrentamiento con efectivos policiales.