En Argentina se realizó la movilización de diferentes organizaciones sociales y políticas para conmemorar a las víctimas de la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001, durante la gran crisis económica que vivió el país; pero, además, se trató de la primera gran marcha de protesta contra las políticas de ajuste del nuevo Gobierno de Javier Milei.
La jornada puso a prueba por primera vez un protocolo represivo para "liberar las calles" de manifestantes, que diversas organizaciones nacionales e internacionales califican de violatorio de los derechos humanos y que ha sido bautizado como 'antipiquetes'.
Apenas iniciada la marcha en la ciudad de Buenos Aires, manifestantes chocaron con la Policía y hubo momentos de extrema tensión cuando intentaban avanzar hacia la Plaza de Mayo por la avenida Presidente Julio Argentino Roca, más conocida como Diagonal Sur. Al menos dos personas fueron detenidas por agredir a efectivos policiales, reportaron las autoridades. A pesar de los incidentes, los grupos llegaron a la plaza y se concentraron allí, sin mayores inconvenientes.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, implementó un fuerte operativo en el que participan las cuatro fuerzas federales: Policía Federal, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Además, desde la central de Policía, las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires y nacionales, incluso el presidente Javier Milei, monitoreaban con cámaras los puntos clave donde se desarrollarán las concentraciones, con control de vehículos, buses y trenes.
"La decisión del Gobierno es terminar con el corte de calles. Que manifiesten las veces que quieran: en plazas, cordones, pero las calles no se cortan", dijo Bulllrich la noche del martes. Y avisó que este es el inicio de un camino "sin vuelta atrás".
Finalmente, el protocolo logró su objetivo parcialmente. Por momentos, algunas vías estuvieron bloqueadas total o parcialmente, entre manifestantes y cordones policiales.
Operativos "preventivos"
Desde las primeras horas de este miércoles, el Gobierno comenzó a desplegar un fuerte operativo de seguridad en los principales accesos a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; y la zona de Plaza de Mayo amaneció con un vallado en el frente de la Casa Rosada.
En las redes sociales, circularon videos que muestran a la polícía requisando y filmando a los pasajeros de un vehículo colectivo del transporte público.
Asimismo, las estaciones de trenes amanecieron colmadas de mensajes oficiales en los que las autoridades insisten en que las personas que salgan a protestar no recibirán más planes sociales, mensaje que las organizaciones sociales han calificado como extorsivo.
En Buenos Aires, las agrupaciones 'piqueteras' se iban a concentrar en la zona del Congreso para marchar hacia la Plaza de Mayo, ubicada frente a la Casa Rosada, sede del Ejecutivo argentino. Sin embargo, decidieron modificar el punto de partida para evitar la fuerte presencia policial, y salieron desde Diagonal Sur.
Previo a las movilizaciones, se pudieron leer mensajes contra los 'piquetes' en pantallas de las estaciones de trenes. "Si va a ejercer su derecho a protestar tome en cuenta que sólo lo puede hacer en lugares habilitados. Recuerde que cortar una calle, una avenida o una ruta es un delito penado por ley", dice una de las publicaciones.
"Estado de sitio"
"Hemos tenido un operativo digno de una guerra, contra lo que es una movilización pacífica", dijo poco antes del inicio de la concentración Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero y uno de los convocantes a la protesta.
El militante de izquierda calificó el despliegue de las fuerzas como un "fracaso, caro y ostentoso". Y añadió: "No le vamos a permitir a la ministra Bullrich que arme un Estado de sitio".
Además de esa gran movilización en Buenos Aires, los argentinos también salen a las calles en Salta, capital de la provincia homónima, donde se concentraron en la plaza 9 de Julio.
También se prevén manifestaciones en provincias como Córdoba, Santa Fe, Corrientes, Jujuy, La Rioja, Salta, Chaco, San Juan y Mendoza.
Agresiones a la prensa
En Buenos Aires, varios periodistas recibieron empujones por parte de los uniformados que intentaban evitar el corte de las calles. La reportera de RT Diana Deglauy fue una de las trabajadoras de prensa que resultaron agredidas.
Deglauy publicó en su cuenta de X (antes Twitter) una imagen del policía que la estuvo golpeando a ella y a otros colegas. Y relató que en el incidente perdió el "cubo" de su micrófono.
"Nos empujaron a todos los periodistas, les empezaron con un vallado a pegar a todos y simplemente estábamos intentando hacerle una nota a Belliboni", contó.
Desafiando al Gobierno
Esta movilización se da a apenas 10 días desde que Milei asumió el poder y desafía el protocolo 'antipiquetes' que lanzó la semana pasada la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, con el que se buscan controlar las manifestaciones en la vía pública.
Además de ese protocolo, que se pone a prueba esta jornada, el pasado lunes, la titular del Ministerio de Capital Humano, Sandra Pettovello, anunció que quienes participen o promuevan cortes de calles dejarán de recibir los planes sociales del Estado.