Una aduana no podría distinguir un diamante ruso de los que proceden de otras partes del mundo, declaró Al Cook, director ejecutivo de la segunda productora de diamantes más grande del mundo, De Beers.
"Con la mejor voluntad del mundo, el agente de aduanas promedio no podrá mirar un diamante y [luego] otro, y decir: 'Ese es el ruso'", indicó Cook durante una entrevista con The Financial Times, publicada el martes. De Beers es el rival de Alrosa, que lo supera en producción, y que representa alrededor de un tercio del suministro mundial de diamantes en bruto.
En este contexto, el periódico señaló que no se sabe con exactitud cómo funciona el mecanismo para trazar el recorrido de los diamantes rusos sancionados recientemente por el G7 y la Unión Europea (UE).
A partir del próximo 1 de enero, entrará en vigor la medida, aprobada por los países de la UE y del G7, que prohíbe importaciones directas de diamantes no industriales extraídos o procesados en Rusia.
Asimismo, el 1 de marzo se empezará a aplicar de forma gradual la prohibición de importaciones de ese tipo de piedras preciosas rusas procesadas en terceros países.