Periodistas de The New York Times y CNN analizaron imágenes de los cráteres de bombas en el sur de la Franja de Gaza y, valiéndose del respaldo de inteligencia artificial, llegaron a la conclusión de que en los primeros dos meses de la guerra contra Hamás, Israel utilizó de forma rutinaria bombas de 907 kilos en uno de los territorios más densamente poblados del mundo.
Ambos medios recurrieron a la inteligencia artificial —The New York Times programó una herramienta propia, mientras que CNN acudió a la empresa especializada Synthetaic— para escanear imágenes de satélite en busca de cráteres de más de 12 metros de diámetro y revisaron los resultados de búsqueda manualmente.
La investigación del diario neoyorquino detectó 208 cráteres de ese tamaño que, según expertos en municiones, generalmente solo pueden dejar las bombas de 907 kilos, y señaló que estas fueron lanzadas en zonas que el propio Israel designaba como "seguras" para la población civil.
Por su parte, los periodistas de CNN contabilizaron más de 500 cráteres de esas dimensiones y llegaron a la misma conclusión que The New York Times: los impactos son consistentes con las bombas de fabricación estadounidense MK-84. Ambos medios indican que desde el 7 de octubre EE.UU. suministró a Israel más de 5.000 bombas de este modelo.
Un portavoz militar israelí desestimó la gravedad de los bombardeos con municiones tan potentes, señalando que "las cuestiones de ese tipo se examinarán más adelante", mientras que la prioridad actual es destruir a Hamás. Agregó que las Fuerzas de Defensa de Israel "toman precauciones factibles para mitigar los daños a civiles".
El gran radio de fragmentación letal, de 365 metros, que dejan las bombas de 907 kilos, dentro del cual las personas están expuesta a lesiones y muerte, se observó en numerosos videos revisados por los periodistas, donde varios edificios quedaron arrasados con un solo ataque.
Siete cráteres consistentes con el impacto de estas bombas aparecieron en las inmediaciones de siete colegios en el norte de Gaza que se encontraban dentro del radio de fragmentación letal, reveló la CNN.
El derecho internacional humanitario prohíbe los bombardeos indiscriminados. Las bombas lanzadas en la Franja de Gaza son cuatro veces más pesadas que las más grandes lanzadas por EE.UU. contra los terroristas del Estado Islámico en Mosul (Irak). Durante sus operaciones contra el grupo terrorista, EE.UU. lanzó una bomba de 907 kilos solo una vez, en Raqa (Siria).