La operación militar en el mar Rojo complica los lazos de EE.UU. y España

El viernes, Joe Biden y Pedro Sánchez conversaron por teléfono pero el tema no entró en el comunicado del Gobierno español.

Las relaciones entre España y Estados Unidos han entrado en una inesperada fase de tensión por la operación promovida por Washington para proteger a los buques comerciales que entran en el mar Rojo frente a los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen, informa El País.

El descontento del Gobierno español se debe a la inclusión de Madrid, al parecer sin consultas previas, en la coalición de los países que formarían parte de la operación 'Guardian de la Prosperidad' planteada por EE.UU. para defender las embarcaciones en la zona en vista de las amenazas.

Así, el lunes el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, anunció durante su visita a Israel la participación de EE.UU. y nueve aliados: Países Bajos, Reino Unido, Seychelles, Baréin, Canadá, Francia, Italia, Noruega y España.

Sin embargo, la portavoz gubernamental de España, Pilar Alegría, desmintió las declaraciones diciendo que Madrid no participará unilateralmente en la operación; mientras la ministra de Defensa, Margarita Robles, matizó que la participación de España estaba sujeta "a decisiones de la UE y la OTAN".

La situación parecía encaminada hacia un consenso el miércoles, cuando el Gobierno español, en una reunión de urgencia del Comité Político y de Seguridad (COPS) de la UE, apoyó la ampliación de la operación Atalanta, que actúa frente a las costas de Somalia desde 2008 para reprimir y disuadir la piratería en el océano Índico, con miras a extenderla hacia el mar Rojo.

En la cita, la ampliación fue aprobada por unanimidad, con el respaldo de los 27 Estados miembros del bloque comunitario, incluido el país ibérico.

Sin embargo, el día siguiente España cambió su posición en la reunión del Grupo de Trabajo de Consejeros de Relaciones Exteriores, conocido como Grupo Relex, vetando la modificación del mandato de la operación Atalanta, recoge El Confidencial.

El viernes, el presidente estadounidense Joe Biden mantuvo una conversación telefónica con el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, a quien felicitó por su reelección cinco semanas antes. Curiosamente, el tema de la seguridad en el mar Rojo no se mencionó en el comunicado de La Moncloa, aunque sí figuró en el resumen de la Casa Blanca, que señala que los líderes condenaron los ataques hutíes contra buques en el mar Rojo.

Fuentes militares citadas por El País afirman que es imposible ampliar la operación Atalanta, cuyo cuartel general se ubica en la base naval de Rota en Cádiz (España), con el único buque con el que dispone actualmente, la fragata española Victoria. Asimismo, se menciona la ausencia de aviones de patrulla marítima, cuyo despliegue en la región operativa depende de la temporada de los monzones. A esto se suma la reactivación de ataques de piratas somalíes que permanecían inactivos durante tres años.