El alcalde de Chicago, Brandon Johnson; el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams; y el de Denver, Mike Johnston, celebraron una conferencia de prensa virtual conjunta en línea el miércoles por la tarde en la que elevaron un reclamo para que la crisis migratoria se clasifique como una emergencia federal de los EE.UU., recoge WTTW. Según el medio, los alcaldes puntualizaron que, sin asistencia federal inmediata, sus ciudades están al borde del colapso.
Trabajando hombro con hombro
"Chicago siempre será una ciudad de acogida, pero necesitamos la colaboración de todos los niveles de Gobierno y de nuestros socios federales para proporcionar la coordinación y los recursos necesarios para que ciudades como Chicago, Denver y Nueva York tengan lo necesario para realizar este trabajo crucial", comentó el alcalde Brandon Johnson en un comunicado de prensa emitido después de la videoconferencia. "Estamos unidos en nuestro continuo llamado al apoyo federal para garantizar que todos aquellos que buscan asilo en este país sean tratados con dignidad y humanidad", subrayó.
Por su parte, Adams destacó que la ciudad de Nueva York "ha comenzado a ver otra oleada de inmigrantes que llegan y esperamos que esto se intensifique en los próximos días como resultado de la política cruel e inhumana del gobernador de Texas, [Greg] Abbott".
Asimismo, Johnston expuso que a medida que "Denver continúe viendo un aumento de recién llegados a nuestra ciudad, muchos de los cuales son familias con niños que llegan en medio de la noche en condiciones bajo cero, está claro que lo que Estados Unidos está haciendo actualmente no está funcionando".
"Nuestras ciudades están trabajando hombro con hombro para apoyar a los recién llegados, pero es hora de que el Gobierno federal aumente la autorización de trabajo, cree una estrategia de entrada coordinada y proporcione más dólares federales para garantizar que las ciudades puedan gestionar esta crisis y ayudar a los recién llegados a prosperar", señaló.
Un sistema de refugio a punto de colapsar
Desde la Oficina del alcalde de Chicago explicaron que la ciudad está avanzando rápidamente para encontrar refugio para los solicitantes de asilo que llegan desde la frontera. Expusieron también que la Alcaldía continúa gastando todos los recursos disponibles para recibir a los solicitantes de asilo con cuidado y dignidad en "un sistema de refugio que ha alcanzado su capacidad con más de 15.000 solicitantes de asilo".
En ese sentido, denunciaron que varios autobuses llegaron ilegalmente durante el fin de semana festivo de Navidad transportando hasta 500 solicitantes de asilo por día. Los autobuses dejaron a sus pasajeros en lugares aleatorios en el área de Chicago, violando los protocolos de seguridad establecidos por la ciudad. Las autoridades de Chicago acusaron directamente a los operadores de autobuses de Texas que continúan violando intencionalmente la ley al ignorar las regulaciones diseñadas para garantizar la seguridad de los inmigrantes que llegan a la ciudad.