Al menos 148 personas fueron asesinadas y más de 300 resultaron heridas en ataques de grupos armados contra dos aldeas del estado de Plateau, en el centro de Nigeria, la noche del 23 al 24 de enero, así lo revelaron el lunes las autoridades locales a Channels Television.
Se informó que la masacre comenzó el sábado en las zonas de Bokkos y Barkin Ladi y continuarón en Nochebuena, cuando los residentes ya estaban de fiesta. Bandas armadas llevaron a cabo ataques "bien coordinados" en "al menos 20 comunidades diferentes" en los que saquearon productos agrícolas y destruyeron propiedades, matando a residentes, declaró a la cadena de televisión el jefe ejecutivo del distrito de Bokkos, Monday Kassa.
También explicó que el número de víctimas sigue aumentando a medida que los agentes de seguridad encuentran más cadáveres y siguen peinando la zona en busca de desaparecidos que se escondieron en emboscadas durante los ataques. Cientos de familias viven ahora en campamentos para desplazados internos, proporcionados por el Gobierno.
"Nos cogieron por sorpresa y los que pudieron escapar se escondieron en el monte. Muchos de los que no pudieron escapar fueron capturados y asesinados a machetazos", declaró a Reuters Magit Macham, residente local.
El domingo, el gobernador del estado de Plateau, Caleb Mutfwang, condenó la violencia, calificándola de "bárbara, brutal e injustificada" y prometió llevar a los autores ante la Justicia.
Enfrentamiento prolongado
Todavía no está clara la causa exacta de los ataques, pero la violencia en la región conocida como "Cinturón Medio" suele atribuirse a conflictos entre pastores musulmanes fulani y agricultores cristianos.
El noroeste y el centro de Nigeria llevan mucho tiempo aterrorizados por bandidos que operan desde bases situadas en lo más profundo de los bosques y asaltan las aldeas para saquearlas y secuestrar a sus habitantes para pedir rescate. Los distritos de Bokkos y Barkin Ladi se encuentran en la frontera entre el norte de Nigeria, de mayoría musulmana, y el sur, de mayoría cristiana.
Entre otras cosas, la violencia se ve exacerbada por la competencia por los recursos naturales entre pastores nómadas y agricultores, agravada por el rápido crecimiento de la población y las condiciones climáticas.