El presidente de Burundi, Évariste Ndayishimiye, calificó el matrimonio entre personas del mismo sexo de "práctica abominable" e instó a los ciudadanos a que apedreen públicamente a las parejas homosexuales, alegando razones religiosas.
"Si quieren traer una maldición al país, acepten la homosexualidad", declaró Ndayishimiye en una rueda de prensa celebrada este viernes. "Incluso creo que si encontramos a estas personas en Burundi, es mejor llevarlas a un estadio y apedrearlas. Y eso no puede ser pecado", afirmó, describiendo la homosexualidad como algo importado de Occidente.
El mandatario, conocido por sus opiniones cristianas conservadoras, anteriormente había pedido que los homosexuales fueran "desterrados" y tratados como parias, según recoge Africanews. También instó a las personas que simpatizan con esas creencias a permanecer en el extranjero.
Su firme postura está en consonancia con los valores conservadores predominantes en varios países africanos, donde las relaciones entre personas del mismo sexo se castigan con penas de cárcel.
Más de 30 Estados africanos cuentan con leyes anti-LGBTQ+* para disgusto de Occidente, que ha intentado utilizar su considerable influencia financiera para oponerse a una legislación motivada principalmente en creencias religiosas conservadoras.
Tal es el caso de Uganda, que aprobó en mayo una ley contra la homosexualidad que permite castigar con decenas de años de prisión, cadena perpetua e incluso con pena de muerte en función de la gravedad de la infracción. El Banco Mundial impidió que el país recibiera nuevos fondos, una medida que podría suponer la pérdida de miles de millones de dólares de ayuda.
*El movimiento internacional LGBT está calificado como organización extremista en el territorio de Rusia y prohibido en el país.