Caracas ha repudiado la decisión de autoridades argentinas de entregar a EE.UU. el avión de la Empresa de Transporte Aerocargo del Sur (Emtrasur), filial de la estatal venezolana Conviasa, retenido en Buenos Aires desde junio de 2022.
"La República Bolivariana de Venezuela rechaza de manera categórica, la decisión de la fiscal federal argentina de Lomas de Zamora, Cecilia Incardona, y el titular de la Dirección General de Cooperación Regional e Internacional de la Procuración General de la Nación (DIGCRI), Diego Solernó, en torno al secuestro de la aeronave de Emtrasur, ilegalmente retenida", reza un comunicado compartido por el canciller venezolano, Yván Gil.
El documento señala que esta decisión viola los compromisos adquiridos por el Estado argentino con la suscripción de convenios internacionales. Asimismo, indica que "la Justicia argentina pretende desconocer el contenido del artículo 27 del Convenio sobre Aviación Civil Internacional, que establece la prohibición de paralización o embargo de una aeronave en servicio por cuestiones de patentes".
Además, durante un juicio "lleno de arbitrariedades en incumplimiento del propio ordenamiento jurídico interno", se demostró que la tripulación, la aeronave y la carga, cumplían con todas las normas internacionales para la navegación aérea y también las del ordenamiento jurídico argentino. En el comunicado, Caracas exige al Gobierno de Argentina "la inmediata devolución de la aeronave que solo puede volar bajo autorización expresa de la República Bolivariana de Venezuela, a la cual pertenece".
Al mismo tiempo, asegura que Venezuela "recurrirá a las instancias internacionales que correspondan por este nuevo atropello que, a todas luces, denota parcialidad, discriminación, desconocimiento de las obligaciones internacionales asumidas por el Estado argentino, conducta inamistosa y carente de la más elemental cortesía".
El avión que reclama el Gobierno venezolano es un Boeing 747 fabricado en EE.UU. y propiedad de Emtrasur, filial de la aerolínea estatal venezolana Conviasa. Esta firma lo había comprado a su vez a la compañía iraní Mahan Air, empresa que, según las autoridades estadounidenses, estaría vinculada a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán-Fuerza Qods, catalogada como organización terrorista por el Departamento de Estado del país norteamericano.
Tanto Emtrasur como Conviasa son empresas sancionadas por el Departamento del Tesoro de EE.UU., cuyo Gobierno pidió la retención del avión a la Justicia de Argentina, que aceptó la solicitud.