Las Fuerzas Armadas de Rusia lanzaron ataques el 31 de diciembre contra aeródromos ucranianos con aviones portadores de misiles de crucero Storm Shadow desplegados. Los ataques se efectuaron con armas de precisión de largo alcance aire-tierra y todos los objetivos fueron impactados, comunica el Ministerio de Defensa ruso.
De tal modo, el Ejército ucraniano perdió hasta 310 militares y un tanque cerca de las ciudades Krasni Limán y Donetsk, así como 16 proyectiles HIMARS, 6 proyectiles Uragán y 46 drones en 24 horas. Al mismo tiempo, un grupo ucraniano de sabotaje y reconocimiento fue destruido en la zona de Novomijáilovka, en la República Popular de Donetsk.
Además, fue derribado un avión de combate ucraniano Su-27 en la provincia de Dnepropetrovsk. Los misiles, la artillería y los drones rusos participaron en un ataque conjunto contra una fábrica de drones situada cerca de la ciudad de Chugúyev, en la provincia de Járkov, y destruyeron cuatro depósitos de combustible destinados para la maquinaria bélica de las Fuerzas Armadas de Ucrania en distintas regiones del país eslavo.