Ucrania no tiene un plan alternativo para el caso de que cese la asistencia militar de Occidente, reconoció el ministro de Exteriores, Dmitri Kuleba.
En declaraciones a CNN, el canciller respondió a la pregunta de la presentadora sobre si su Gobierno tiene un plan B para compensar la carencia de armas y municiones que se cierne sobre Kiev debido a la reducción de la asistencia occidental.
"No tenemos un plan B, confiamos en el plan A", declaró Kuleba. El alto funcionario citó declaraciones del secretario general de la OTAN, Jen Stoltenberg, quien dijo que proporcionar la necesaria ayuda a Ucrania no es una actividad benéfica, sino una inversión de Occidente en su propia seguridad.
Kuleba acentuó que aquellos que en sus cálculos sobre política exterior piensan que Rusia se detendría con la derrota de Ucrania, "están equivocados y deben cambiar de trabajo".
Aseguró que el presidente ruso, Vladímir Putin, no tendría miedo de atacar a un país miembro de la OTAN y que algunos otros líderes mundiales podrían seguir su ejemplo.
En cuyo caso, continuó, "el precio de lo que seguirá si Ucrania no recibe ayuda hoy, será mucho mayor". "Por lo tanto, creemos en el plan A, estamos trabajando en ello y conseguiremos que se lleve a cabo", dijo Kuleba.
Previamente, Putin calificó de "una completa tontería" los señalamientos de que Moscú podría atacar a un país de la OTAN. "Rusia no tiene ninguna razón, ningún interés, ni geopolítico, ni económico, ni político, ni militar, para luchar con los países de la OTAN. No tenemos reclamaciones territoriales entre nosotros y no tenemos ningún deseo de estropear las relaciones con ellos", explicó.
"El armamento que estaba proporcionando la OTAN a Ucrania no la iba a convertir en vencedora", considera el analista internacional César Vidal. "Pero sí ha permitido que el complejo militar industrial de EE.UU. haya vaciado sus arsenales y ha servido para que Europa occidental compre más armamento a Estados Unidos", agregó.
- La asistencia militar y financiera que Ucrania recibía de manera regular de sus aliados occidentales ha disminuido drásticamente desde el fracaso de su contraofensiva de verano, con un paquete de más de 60.000 millones de dólares en financiación todavía paralizado por diferencias políticas en EE.UU., y otro de más de 50.000 millones de euros (55.000 millones de dólares) aún sin aprobar en la Unión Europea.
- El Gobierno ucraniano puede verse obligado a postergar el pago de los salarios a funcionarios y profesores, así como el de las pensiones a millones de ciudadanos, si la UE y EE.UU. no le proporcionan ayuda financiera a principios de 2024, afirmó la ministra de Economía, Yulia Sviridenko, en una entrevista concedida la semana pasada a Financial Times.