El presidente de Argentina, Javier Milei "se enojó" por la crisis militar surgida a raíz de su firma de decretos que establecen cambios en el Ejército, ya que no sabía que implicaba pasar a retiro a 22 generales, por lo que ha ordenado buscar una solución rápida para aplacar el malestar dentro de las Fuerzas Armadas del país, recoge La Nación.
"El presidente se enojó. Nunca le explicaron que la firma del decreto que designaba al nuevo jefe del Ejército significaba la purga de más de 20 generales. Dio la orden de que arreglen el problema", aseguró al medio de prensa una fuente cercana al ámbito militar.
El nombramiento de Carlos Presti como nuevo jefe del Ejército, quien pertenece a una promoción más moderna, provoca el retiro de 22 generales de promociones anteriores, debido al principio militar de no forzar a un general más antiguo a recibir órdenes de un oficial que anteriormente estuvo bajo su mando.
Así, mientras la asignación de Presti no será revocada, los 22 generales no pueden ser reincorporados, por lo que el ministro de Defensa, Luis Petri, encargado de buscar una solución a la crisis que generó el cambio en la cúpula militar, se encuentra actualmente evaluando la posibilidad de asignar a algunos de los afectados funciones en el Ministerio de Defensa, en el estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas o en organismos relacionados con la actividad militar.
"Lo último que quiere el presidente Milei es aparecer retirando más militares que Néstor Kirchner", confesó la fuente, en referencia a los 19 generales que pasaron a retiro en 2003, cuando Kirchner asumió la Presidencia del país.
Una fuente militar experimentada consultada por el medio aseguró que este paso en falso del presidente argentino, a quien "nunca le interesó el tema militar", demuestra que "el manejo del Estado, por más que se lo quiera reducir, exige el control de un engranaje complejo, saber qué pasa cuando se aprieta un botón".