Ucrania tendrá que imprimir más dinero o recurrir a recortes en el gasto para cubrir su déficit, si Occidente llega a disminuir su ayuda al país, según un análisis publicado el sábado por The Wall Street Journal sobre las consecuencias de casi dos años del conflicto entre Kiev y Moscú.
De acuerdo a los analistas del medio, Kiev se enfrenta a un período complicado; entre las razones principales figura el hecho de que el apoyo militar y financiero por parte de sus aliados se está reduciendo cada vez más.
Así, la Casa Blanca advirtió el sábado a Kiev que Washington no podría seguir entregándole por mucho tiempo misiles interceptores para los sistemas antiaéreos Patriot. Además, a mediados de diciembre, Hungría vetó la propuesta de la Unión Europea de enviar 50.000 millones de euros a Ucrania, obligando al bloque buscar formas alternativas de financiación.
Otra amenaza para la economía de Ucrania se centra en las elecciones presidenciales en EE.UU. en 2024, porque la persona que llegue a la Casa Blanca podría cambiar la política de Washington hacia Kiev, recoge el medio.
Por ejemplo, el gobernador de Florida y precandidato presidencial, Ron DeSantis, dijo que el "error de la política exterior estadounidense en los últimos 25 años desde la Guerra Fría" es "involucrarse en conflictos en los que [el país] no tiene una concepción clara de lo que intenta conseguir". Asimismo, el político ha enfatizado repetidamente que "enredarse aún más en una disputa territorial entre Ucrania y Rusia" no representa un interés vital para la potencia norteamericana y distrae la atención de los retos más acuciantes para el Estado.
En este contexto, el periódico se refiere a una encuesta realizada por Pew Research, según la cual el número de estadounidenses que opinan que Washington está prestando demasiado apoyo a Kiev aumentó hasta el 31 % en diciembre, en comparación con el 7 % registrado en marzo de 2022 tras el comienzo de la operación especial militar rusa.
En lo relacionado a la situación económica de Rusia, el WSJ reconoce que las sanciones no han tenido el efecto perjudicial que los países occidentales esperaban. De acuerdo con las declaraciones hechas en diciembre por el presidente del país euroasiático, Vladímir Putin, Rusia es la mayor economía de Europa y su tasa de crecimiento supera ahora a la de todos los países de la Unión Europea. Además, el mandatario enfatizó que las empresas extranjeras quieren trabajar en en su país, pese a la presión que sufren por parte de funcionarios de sus gobiernos.