Padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa en 2014 denunciaron que ya no confían en el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador porque, a su juicio, incumplió su compromiso de esclarecer el caso.
"Es un Gobierno tramposo, un Gobierno sin escrúpulos, estamos decepcionados con este señor (López Obrador), no cumplió su palabra", afirmó Clemente Rodríguez, padre del estudiante Christian Alonso Rodríguez.
"Le falta poco para que se vaya, pero queremos resultados, aunque le duela al Gobierno actual, se parece mucho al Gobierno anterior. Nos quiere dividir (…) lo que trata de hacer es que nos confrontemos", agregó Cristina Bautista, madre de Benjamín Ascencio Bautista, otro de los jóvenes desaparecidos.
Ambos manifestaron su posición en una conferencia de prensa que se llevó a cabo el jueves junto con la mayoría de los padres y las madres de los estudiantes, además de su abogado, Vidulfo Rosales, y colectivos de derechos humanos.
La cita con la prensa se realizó en una jornada cargada de tensión, luego de que estos familiares abandonaran la primera reunión del año de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia (CoVAJ), que fue encabezada por el subsecretario de Derechos Humanos, Arturo Medina.
El motivo fue que, cuando llegaron al encuentro, se encontraron con que también habían sido citados cuatro o cinco familiares que jamás han apoyado al grupo mayoritario de 38 padres y madres que durante nueve años han mantenido vigente el reclamo por la verdad, justicia y reparación.
Los archivos
"Fue una provocación", denunció Rosales y criticó que los otros familiares convocados por las autoridades sólo tendrían intereses económicos e incluso han marchado para pedir la liberación de varios de los funcionarios involucrados en la desaparición de los estudiantes, entre ellos el exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, y el exgobernador de Guerrero, Ángel Aguirre.
Las declaraciones representaron una virtual ruptura de los padres y madres de los 43 con López Obrador, con quien hasta el año pasado mantuvieron una estrecha relación ya que se había comprometido a llegar a las últimas consecuencias del caso Ayotzinapa, lo que, cinco años después, no ha ocurrido.
Rosales, abogado y vocero de los familiares, consideró que el Gobierno intenta dividirlos para evitar que sigan exigiendo la entrega de 800 folios sobre la desaparición que, pese a las órdenes de López Obrador, la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena) no les quiere entregar.
Este es uno de los puntos que más ha enrarecido la relación entre los familiares y el presidente, quien insiste en que los militares ya entregaron todos los archivos que tienen, a pesar de que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIE) denunció y demostró lo contrario en su último informe.
Santiago Aguirre, director del Centro Prodh, explicó que los padres y madres abandonaron la reunión de la Covaj no por "desplante" o "berrinche" sino porque ya saben que el otro grupo minoritario de familiares es capaz de avalar todo lo que diga el Gobierno y el Ejército para dejarlos mal parados a ellos.
La CoVAJ, por su parte, aseguró en un comunicado que la reunión se llevó a cabo y "se dio respuesta a todos los planteamientos y peticiones de los padres y madres" con respecto a la apertura de los archivos del Gobierno de México a los que podrán acceder desde este mes y hasta el 4 de abril gracias a que el plazo se amplió.
Desconfianza
Asimismo, la CoVAJ también aseguró que el presidente tiene una plena disposición para reunirse con los familiares de los estudiantes, así como de brindarles asesoría y apoyo en la revisión de los archivos y el análisis de la información que consideran relevante para el esclarecimiento de los hechos.
"Lamentamos que hoy se haya suspendido el diálogo con algunos padres y madres de los 43 normalistas por cuestiones ajenas al trabajo de la CoVAJ. A pesar de que en la reunión algunos padres y madres se retiraron de la mesa, el encuentro siguió su curso con aquellos que decidieron permanecer", afirmó sin aclarar que se fueron decenas de familiares y sólo quedaron entre cuatro y cinco.
Previo a la cuestionada reunión de la CoVAJ y de la conferencia de los familiares, López Obrador insistió en que la investigación sobre Ayotzinapa está avanzando a pesar de que hay maniobras "deliberadas" para que no se conozca la verdad.
"Se metió este organismo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y no le tengo nada, nada, nada de confianza, como a otras organizaciones supuestamente defensoras de derechos humanos", dijo el mandatario al volver a acusar a los colectivos que han respaldado a los familiares desde que ocurrió la tragedia.
El presidente aseguró que los familiares y sus representantes le pidieron que ya no cuestionara en sus conferencias a las organizaciones que promovieron juicios contra las autoridades que permitieron que varios implicados en la desaparición fueran liberados, ya que los habían torturado y eso invalidaba su procesamiento.
Además, volvió a defender a la Sedena al asegurar que ya entregó la información que tenía disponible y, explicó, eso es lo que les van a demostrar a los familiares cuando revisen los archivos que estarán disponibles entre enero y abril.
Por otra parte, López Obrador ratificó su desconfianza al GIEI, el grupo de expertos que cuenta con la confianza incondicional de los familiares y que el año pasado concluyó su trabajo en el país con fuertes críticas al Gobierno.
"¿Qué quieren, qué buscan, que nunca sepamos nada, que no se detenga a nadie, que me tengan a mí como rehén? (…) no tenemos nada que esconder, pero parece que no quieren que se avance (…) los que han manejado esto y a lo mejor también gentes del extranjero", afirmó al rechazar la posibilidad de que el GIEI participe en la revisión de los archivos, como piden los familiares.
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