"Estados Unidos tomó esta medida necesaria y proporcionada de conformidad con el derecho internacional y en el ejercicio del derecho inherente de los Estados Unidos a la legítima defensa, tal como se refleja en el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas", aseguró el presidente, Joe Biden, en una carta dirigida al Congreso.
En su misiva, el mandatario asegura que la decisión de llevar a cabo la operación de este 11 de enero se tomó en conformidad con su "responsabilidad de proteger a los ciudadanos estadounidenses tanto en el país como en el extranjero y para promover la seguridad nacional y los intereses de política exterior de EE.UU.".
Biden enfatizó que se trató de "ataques discretos" contra instalaciones hutíes en Yemen, con el propósito de "disuadir y degradar" sus capacidades de "llevar a cabo futuros ataques". "Se llevaron a cabo de una manera diseñada para limitar el riesgo de una escalada y evitar víctimas civiles", aseguró.
El inquilino de la Casa Blanca insistió en que las acciones militares fueron dirigidas a "proteger civiles" y "defender" los activos y al personal de su país. En este sentido, dejó claro que Washington está dispuesto a "tomar medidas adicionales, según sea necesario y apropiado, para hacer frente a nuevas amenazas o ataques".
Recientemente, el representante permanente ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, afirmó que EE.UU. y sus aliados "abusaron" de la resolución adoptada recientemente por el Consejo de Seguridad, y que sus ataques contra el territorio yemení contribuyen a la expansión del conflicto a toda la región.