Funcionarios estadounidenses estarían furiosos tras la filtración a la prensa británica de los planes confidenciales de realizar un ataque aéreo conjunto contra las posiciones de los hutíes en el territorio de Yemen, según una fuente familiarizada con la cuestión, citada por The Telegraph.
El jueves, un día antes de la operación militar, The Times reportó que la Administración del primer ministro, Rishi Sunak, había convocado una reunión de gabinete para discutir las acciones que se realizarían en cuestión de horas. Por lo general, estos ataques se anuncian oficialmente solo después de que los bombarderos hayan regresado a sus bases.
En consecuencia, los militares estadounidenses "expresaron su frustración con sus homólogos" de acuerdo a una fuente "bien ubicada" del medio. Asimismo, el periódico añadió que Londres había intentado determinar cómo se filtró la información confidencial, describiendo que el estado de ánimo de los funcionarios británicos era de "profunda decepción".
Por su parte, el secretario de Defensa del Reino Unido, Grant Shapps, afirmó el viernes que "no estaba al tanto de ninguna frustración en Washington".
- El viernes, Reino Unido y EE.UU. iniciaron una operación militar contra la infraestructura de los hutíes en territorio yemení. Según las Fuerzas Armadas estadounidenses, se usaron más de 100 municiones guiadas con precisión para atacar más de 60 objetivos de los hutíes en 16 lugares distintos de Yemen.
- El presidente de EE.UU., Joe Biden, señaló que la ofensiva contó con el apoyo de Australia, Baréin, Canadá y los Países Bajos. Indicó que fueron bombardeados "objetivos en Yemen usados por los rebeldes hutíes para poner en peligro la libertad de navegación en una de las vías marítimas más vitales del mundo", el mar Rojo.
- Por su parte, los hutíes de Yemen prometieron no dejar "sin respuesta ni castigo" los ataques. "El enemigo estadounidense-británico, como parte de su apoyo a la continuidad de la delincuencia israelí en Gaza, lanzó una brutal agresión contra la República de Yemen con 73 ataques dirigidos a la capital, Saná, y a las gobernaciones de Hodeidah, Taiz, Hajjah y Saada", indicaron, añadiendo que la ofensiva dejó cinco muertos y seis heridos.