El ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, llamó este lunes "nazi" al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, después de que un jugador israelí fuera arrestado brevemente por la Policía turca tras celebrar un gol denunciado el ataque que perpetró el movimiento palestino Hamás el pasado 7 de octubre.
"Turquía actúa contra los jugadores israelíes y cualquier cosa que huela a israelidad, con nazismo", denunció el ministro. "Erdogan es un nazi en toda regla", aseveró, pidiendo a los israelíes no viajar a esa nación ni comprar productos turcos. El país hebreo y sus ciudadanos no deben "mostrar indulgencia" hacia Turquía, recalcó, y agregó: "No podemos dejarnos pisotear".
En un partido de la primera división disputado el domingo contra el Trabzonspor, el jugador del Antalyaspor, Sagiv Jehezkel, tras marcar un gol, mostró el mensaje "100 días. 07.10" escrito en una muñequera —en referencia a los 100 días que se cumplieron desde el ataque de Hamás a Israel, en el que murieron unas 1.200 personas y 250 fueron tomadas como rehenes—, a cuyo lado estaba dibujada la estrella de David.
Tras ello, el ministro de Justicia turco, Yilmaz Tunc, anunció que la Fiscalía General de Antalya abrió una investigación judicial contra el deportista por "incitar públicamente al odio y la hostilidad con su desagradable gesto de apoyo a la masacre de Israel en Gaza". En relación con ello, Jehezkel fue detenido y en breve, según medios locales, fue puesto en libertad a la espera de juicio.
El vicepresidente y portavoz del Antalyaspor, Alkan Evren, comunicó que Jehezkel regresará a Israel esta tarde en un avión privado, recoge la prensa local.
El club había aportado al futbolista, acusándolo de "haber actuado en contra de los valores" del país, y calificó su gesto de "comportamiento antisocial". Su presidente, Sinan Boztepe, señaló que el equipo se encargará de la defensa de Jehezkel, pero, tras ello, anulará su contrato. "Nuestros valores nacionales están por encima de todo", aseveró.
En una declaración, el futbolista negó las acusaciones de que hubiera hecho un gesto provocador y explicó que se trataba de un llamado para poner fin a la guerra entre su país y Hamás. "No soy una persona favorable a la guerra. [...] Soy una persona que cree que este periodo de 100 días debe llegar a su fin. Quiero que la guerra termine", manifestó.