La ex primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, conocida por mantener una postura dura respecto a China, presionó en secreto al Gobierno británico para "acelerar" la venta de material de defensa al gigante asiático, reportó este lunes Politico, sobre la base de documentos obtenidos por el medio.
En una carta fechada el 15 de agosto de 2023 dirigida a la ministra de Empresa y Comercio, Kemi Badenoch, Truss, que entonces ya no encabezaba el Ejecutivo, le pedía que ayudara a un fabricante británico de equipos militares a vender productos de defensa a China. Las autoridades británicas habían bloqueado el suministro a China de equipos de desminado de Richmond Defence Systems, empresa con sede en el condado de Norfolk, al este de Inglaterra.
Según el medio, Truss "no tuvo reparos en exponer los argumentos de la empresa en un mensaje privado a Badenoch". "Le escribo en nombre de un ciudadano de mi circunscripción, cuya solicitud de licencia para suministrar mercancías a China se presentó por primera vez el 3 de marzo de 2023 [...] Le agradecería que agilizara la licencia", reza la carta.
La ex primera ministra advirtió que bloquear a la empresa la venta de material militar a China "supondría la pérdida de futuras ventas millonarias". También agregó que la compañía creía que "si no se concedía la licencia, los chinos simplemente harían ingeniería inversa y fabricarían los productos ellos mismos".
Truss ha expresado reiteradamente que los países democráticos están "en peligro" por el auge de China, por lo que instó a crear una "OTAN económica" para defenderse de los "regímenes autocráticos".
En mayo de 2023, Truss incluso visitó Taiwán, lo que supuso el primer viaje de un exlíder británico a la isla en 27 años. Entonces, alentó a desarrollar la cooperación militar con Taiwán. "No podemos fingir que tenemos una disuasión significativa sin un poder duro", señaló. "Si realmente queremos evitar un conflicto en el mar de China Meridional, necesitamos ser realistas sobre cooperación en defensa", agregó.
- Taiwán se autogobierna con una administración propia desde 1949. Desde entonces, ha conservado la bandera y algunos otros atributos de la antigua República de China que existían en la parte continental antes de que los comunistas llegaran al poder. Pekín considera a Taiwán como parte irrenunciable de su territorio y la mayoría de los países, incluida Rusia, reconocen a la isla como parte integral de la República Popular China.