El bloqueo financiero y el paquete de sanciones unilaterales impuestas por EE.UU., la Unión Europea, entre otros países alineados a los intereses de Washington y que siguen activos contra Venezuela, han generado pérdidas multimillonarias al país suramericano y muestran en la cotidianidad efectos negativos que perturban la economía y los ingresos de la población.
Aunque en 2023, EE.UU. y la UE decidieron aliviar algunas de estas medidas coercitivas, sobre todo las relacionadas con la industria petrolera y gasífera, aún las sanciones a Caracas se perciben e impactan contra una diversidad de empresas estatales, mixtas, privadas y hasta extranjeras.
Durante su mensaje anual ante la Asamblea Nacional, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió que la población sigue siendo víctima de una "masacre económica" que se puede observar claramente en la imposición de al menos 930 sanciones unilaterales.
Estas "agresiones" unilaterales, como las denunció Maduro, han causado "un genocidio económico" en Venezuela, deteriorado los ingresos del Estado, el poder adquisitivo de los ciudadanos y privado al país de la compra de bienes e insumos fundamentales para salud, educación y servicios públicos, lo que afecta la dinámica financiera y social en distintas formas.
En el área de transporte aéreo y turístico, comentó Maduro, las sanciones siguen activas contra 40 aeronaves del estatal Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y servicios Aéreos (Conviasa). Un ejemplo es el Boeing 747-300 de la empresa Emtrasur, subsidiaria de cargas de Conviasa, que Argentina mantiene retenida desde junio de 2022, acción que Caracas denuncia como "ilegal" y parte de un "secuestro" a sus activos.
En la misma situación están 39 buques de la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA). Pero, además, también persisten los bloqueos a las instituciones financieras que integran la banca pública, así como 150 empresas públicas y privadas, nacionales y extranjeras, que Washington y sus aliados mantienen bajo sanciones por operar en Venezuela y establecer negocios con el país suramericano.
Cuantiosas pérdidas económicas
El presidente venezolano recordó que esta "guerra económica" y "multidimensional" ejercida por EE.UU. y sus aliados, también se observa en acciones como el "secuestro" de las 32 toneladas de oro venezolano por parte del Reino Unido y las intenciones de despojar a Caracas de la estatal venezolana Citgo Petroleum Corporation (Citgo), que tiene su sede central en la ciudad texana de Houston.
Así, las sanciones contra Caracas y sus empresas estatales, causaron —entre los años 2015 y 2022— que el país, solo en el área energética, dejara de producir 3.993 millones de barriles de petróleo, lo que significó una pérdida de 323.000 millones de dólares.
Pero en términos generales, incluyendo al sector público y privado, las pérdidas totales de la economía venezolana son más graves. Al menos 642.000 millones de dólares relacionados a productos no fabricados, ventas no realizadas y servicios no prestados dejaron de ingresar al país por las ilegales sanciones.
"Todos los días el imperialismo estadounidense viola los derechos humanos de nuestro pueblo, al mantener más de 930 sanciones criminales, inmorales e ilegales sobre nuestra nación", dijo Maduro ante el parlamento.
Un país "victorioso"
A pesar de la realidad en contra, el presidente venezolano sostiene que su país saldrá "victorioso" de esta agresión continuada y logrará "derrotar" todas las acciones "ilegales" que le imponen desde el extranjero. Prueba de ello, dijo, ha sido la progresiva disminución inflacionaria, la estabilidad cambiaria y el crecimiento económico registrado en 2023, año en Venezuela logró un 5 % de incremento en su Producto Interno Bruto (PIB).
Al respecto, Maduro resaltó que Venezuela logró cerrar el 2023 con 10 trimestres de crecimiento continuo de su PIB, donde la producción agrícola ha sido fundamental, no solo para diversificar los ingresos económicos sino también para lograr un abastecimiento nacional de alimentos de 96,7 %.
Todos estos logros, señaló, han sido alcanzados "con esfuerzo propio" y "en tiempos de guerra económica y sanciones imperialistas", lo que hace que el mérito sea doble, porque los venezolanos han tenido "que parir" para salir adelante.
Además, la perspectiva positiva que muestra el país también se refleja en un incremento de la producción petrolera, que logró crecer 12,9 % en el tercer trimestre de 2023, lo que ha significado un aumento de las exportaciones de 60,46 %, que se traduce en un aporte directo de 6.230 millones de dólares, la mejor cifra desde que la renta petrolera cayó a tan solo 700 millones de dólares tras la imposición de sanciones.
Aunque la cifra es aún modesta, dijo Maduro, porque la renta petrolera sin sanciones llegó a dar a Venezuela hasta 54.000 millones de dólares al año, el dato muestra una recuperación que comenzó a notarse en 2022 cuando se incrementó a casi 5.000 millones de ingresos.
Ante este nuevo escenario, en el que aún persisten las sanciones, el presidente venezolano destacó que el 2024 será el mejor año para el país y prevé un crecimiento de al menos 8 % del PIB.
Esta nueva realidad, sumaría para lograr el aumento paulatino de los ingresos integrales de la población y del Estado, que busca apoyarse fundamentalmente en el nuevo modelo económico no dependiente de la renta petrolera, en el que además se apuesta a la atracción de nuevas inversiones.
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